Una mujer camina por una calle cubierta de nieve en el barrio de Brooklyn en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, este martes 27 de enero de 2015. | JUSTIN LANE

La tormenta de nieve que se registró en el noreste de Estados Unidos en las últimas horas fue «menos destructiva» de lo que se había previsto, según dijo hoy el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, quien anunció una serie de medidas para volver a la normalidad.

«Prefiero estar en la situación de que 'tuvimos suerte', que en otra en la que digamos que 'no tuvimos suerte y la gente muere'», dijo Cuomo en una rueda de prensa para hacer un balance de la situación tras el temporal, que esta mañana remitía.

Aunque para la ciudad de Nueva York, la más poblada de Estados Unidos, se esperaba una precipitación que dejara al menos medio metro de nieve, los indicadores de zonas como Central Park esta mañana registraban dieciséis centímetros de nieve.

Cuomo confirmó que la prohibición de circular con vehículos que no fueran de emergencia quedó levantada para la ciudad de Nueva York y otros condados vecinos a las 7.30 hora local (12.30 GMT).

Estas restricciones se impusieron para una docena de condados, incluido el de la ciudad de Nueva York, con vigencia desde las 23.00 hora local del lunes (04.00 GMT del martes), con el fin de que los equipos emergencia pudieran trabajar sin problemas.

«Gracias a que estaban libres las calles, los equipos quitanieves pudieron trabajar, y así el sistema podrá volver a la normalidad con más rapidez», dijo el gobernador.

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Preguntado sobre si tenía cierta frustración por unos preparativos que podrían haber excedido el impacto final del temporal, Cuomo destacó que ya había advertido que el pronóstico del tiempo «no era 100 % seguro».

«Los meteorólogos hacen lo que pueden», agregó el gobernador, que anunció además que el estado instalará próximamente un sistema meteorológico exclusivo para Nueva York, que será «el más sofisticado del país».

Cuomo también señaló que el metro de la ciudad de Nueva York, el sistema de transporte público mayor del país y que utilizan a diario unos seis millones de personas, volverá gradualmente a la normalidad en las próximas horas.

Estaba cerrado desde antes de la medianoche última pero comenzará a operar a partir de las 9.00 hora local (14.00 GMT) y hacia mediodía habrá llegado a un ritmo de funcionamiento próximo al de un horario dominical, cerca del 60 %.

También irán volviendo progresivamente a la normalidad los aeropuertos de JFK y LaGuardia, los más importantes del área de la ciudad de Nueva York. Entre el lunes y este martes las compañías aéreas han cancelado más de seis mil vuelos, según cálculos de los medios de comunicación.

Las restricciones de circulación se mantienen en el condado de Suffolk, en Long Island, una isla del Atlántico que ha sido la más afectada por el temporal, con una nevada de medio metro de altura.

Cuomo pidió a la población que circule con cuidado en los condados autorizados: «Los caminos siguen siendo peligrosos», añadió.