WWF ha grabado las primeras imágenes de una familia de tigres siberianos en territorio chino. | WWF International (Youtube)

La organización WWF ha logrado imágenes de una familia de tigres siberianos compuesta por una tigresa y sus crías jugando en China, a 30 kilómetros de la frontera rusa, lo que supondría una prueba de que esta especie, conocida también como tigres de Amur, está volviendo a China.

Hasta ahora, el único indicio de tigres siberianos tan lejos de la zona fronteriza había sido alguna huella dispersa y según la ONG las imágenes infrarrojas captadas son el «resultado de décadas de esfuerzos de conservación dirigidos a conseguir una población reproductora dentro de China».

Ahora la ONG en China pondrá nombre a estos dos cachorros de tigre de aproximadamente un año y medio de edad. El responsable del Programa de Grandes Felinos de WWF-China, Shi Quanhua, ha destacado que el vídeo «demuestra que las poblaciones de tigre de Amur están expandiéndose poco a poco hacia el interior de China, y que están asentándose

«Para lograr estas asombrosas imágenes han hecho falta muchos años de trabajo de conservación, estableciendo áreas protegidas, reforzando las poblaciones de las presas del tigre, e instalando más de cien cámaras infrarrojas en áreas casi inaccesibles», ha añadido.

La falta de presas suponía una de las mayores amenazas para los tigres de Amur, y los esfuerzos de WWF en la zona se han centrado en recuperar las poblaciones de animales presa -como los ciervos-, a través de restauración del hábitat y la lucha contra la caza furtiva.

Además, en el marco del Plan de Conservación del Tigre de Amur se ha promovido también la protección de corredores ecológicos que permiten a los tigres moverse sin problemas por China. «Con este vídeo único, queda claro que los esfuerzos están dando sus frutos», ha celebrado Shi. El trabajo de WWF en la zona cuenta con el apoyo del Departamento de Bosques de la provincia de Jilin.

Los tigres de Amur habitaron el norte de China, el lejano este de Rusia y la Península de Corea. En la década de 1940, la caza los dejó al borde de la extinción con menos de 40 ejemplares sobreviviendo en libertad. Rusia fue el primer país que declaró la estricta protección de la especie, salvándola de la extinción y llevando su población global hasta los aproximadamente 400 ejemplares salvajes de la actualidad. La mayoría viven en Rusia, y se calcula que entre 18 y 20 individuos adultos habitan en la zona fronteriza con China.

WWF está trabajando con todos los países donde viven los tigres para alcanzar el «Tx2», la meta global para doblar la población de tigres salvajes de cara a 2022, el próximo año chino del Tigre. Los tigres están muy amenazados, con apenas 3.200 sobreviviendo en libertad. Los países se han comprometido a publicar una nueva cifra global de la población de tigres en 2016, a medio camino del «Tx2».