Fotografía de archivo de Manuel Contreras. | Reuters

El general Manuel Contreras, el máximo represor de la dictadura de Augusto Pinochet y condenado a más de 500 años de prisión, murió este sábado en el hospital militar de Santiago de Chile, informaron fuentes de gendarmería (guardia de prisiones).

Al militar, de 86 años, cuya salud se había agravado las últimas semanas, se le habían suspendido todos los tratamientos y solo recibía cuidados paliativos para el dolor, precisaron las fuentes.

El exjefe de la temible Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta de Pinochet, padecía desde hace años un cáncer de colon, de hipertensión y de una diabetes que le había afectado los riñones, por lo que recibía diálisis tres veces a la semana.

Gestor de episodios como la Operación Colombo y la Operación Cóndor, que involucraron en los años 70 y 80 a las dictaduras militares de la región en operaciones coordinadas para asesinar a opositores, Contreras estaba condenado a más de 500 años de prisión en 58 sentencias definitivas y tenía otros 56 juicios en proceso.

Este jueves, el presidente del Partido Comunista de Chile, diputado Guillermo Teillier, pidió al ministro de Defensa, José Antonio Gómez, la degradación del general Contreras antes de que muriera.

Teillier envió un oficio a Gómez para consultar las razones de por qué «no se había degradado a Contreras».

En su misiva, el presidente de los comunistas chilenos subrayaba que Contreras mantenía su rango de general de la República pese a que el artículo 222 del Código de Justicia Militar establece que «la pena de muerte y las de presidio y reclusión perpetuas llevan consigo la degradación».

Teillier recordó que Contreras sumaba dos cadenas perpetuas, una por el asesinato de la familia del general Carlos Prats, y otra por 19 secuestros y un asesinato ocurridos en Villa Grimaldi, en Santiago.

En esta misma línea, la abogada de derechos humanos Carmen Hertz, en declaraciones a Canal 13 de Televisión, lamentó hoy que el militar haya fallecido con el grado de general lo que a su juicio muestra «que es una vergüenza para el Ejército chileno».

Dos días antes, los familiares de las víctimas de la dictadura militar de Pinochet (1973-1990), también habían pedido tanto al ministro de Defensa, José Antonio Gómez, como a los altos mandos del Ejército que se degradara al máximo represor del régimen militar.

Los familiares de Contreras dijeron a los periodistas que sus funerales serán privados.