Aviones estadounidenses atacaron este lunes por primera vez más de un centenar de camiones cisterna que los terroristas del Estado Islámico (EI) usaban para transportar el petróleo que obtienen en las zonas que ocupan en Siria.

Según informa el diario The New York times, que cita fuentes oficiales, 116 camiones fueron destruidos en los ataques, que tuvieron lugar cerca de Deir al Zur, en una zona siria controlada por el EI, junto a la frontera con Irak.

El ataque pretendía, según el diario, acabar con una de las principales fuentes de financiación de este grupo radical islámico, según las fuentes.

La incursión fue protagonizada por cuatro aviones A-10 y dos aeronaves tipo AC-130 que EEUU mantiene en una base en Turquía.

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Estos ataques se producen 48 después de los atentados terroristas que miembros del EI perpetraron en París el viernes, en los que murieron, al menos, 129 personas.

La operación, según el diario neoyorquino, forma parte de un plan que tiene como objetivo destruir los recursos que usa el EI (también conocido como Dáesh, por sus siglas en árabe) para rearmarse y ampliar su potencial militar, como es la venta y tráfico de crudo.

Las autoridades estadounidenses creen que el EI puede obtener más de 40 millones de dólares mensuales gracias a la producción y exportación de petróleo en las áreas que controla en Siria e Irak, donde los yihadistas han proclamado un «Califato».

Estas ataques estadounidenses coinciden con los lanzados desde anoche por cazas franceses contra la ciudad de Raqa, uno de los feudos del grupos terrorista en Siria.

En los atentados en el centro de París, además de los fallecidos, más de 300 personas resultaron heridas, mientras las autoridades francesas han decretado el estado de emergencia y ha desarrollado una amplia operación para identificar a los culpables.