Las autoridades tunecinas han decidido reforzar la seguridad en torno al aeropuerto internacional de Túnez-Cartago, que permanece abierto, a pesar de que en un principio la prensa local ha informado sobre su cierre, e intensificar los controles en zonas turísticas.

Al menos once personas han muerto y otras muchas han resultado heridas a causa del atentado perpetrado este martes contra un autobús de guardias presidenciales en la capital tunecina, según ha confirmado el Ministerio de Interior.

El Ministerio de Interior tunecino ha fijado en once el número de fallecidos, de acuerdo con la agencia de noticias oficial TAP, aunque otros medios de comunicación han elevado la cifra de víctimas mortales hasta los 22.

El suceso ha tenido lugar en la avenida Mohamed V de Túnez. Los testigos han contado que se ha producido una fuerte explosión, aunque se desconoce si procedía de una bomba colocada en el interior o de un ataque externo.

Las fuerzas de seguridad ya han acordonado la zona y han comenzado a evacuar a los heridos a los hospitales cercanos. El primer ministro, Habib Essid, y el ministro de Interior, Najem Gharssali, se han desplazado hasta el lugar de los hechos.

Por su parte, el presidente del Parlamento, Mohamed Ennaceur, ha convocado a todos los grupos con representación en la sede legislativa a una reunión de urgencia para abordar la situación, de acuerdo con Radio Mosaique.