La canciller alemana, Angela Merkel, interviene en el debate general que se celebra en el Parlamento en la fase final de la tramitación de los presupuestos, con la crisis de los refugiados como principal punto de la agenda política. | MICHEL KAPPELER

La canciller alemana, Angela Merkel, se ha comprometido este miércoles a mantener su política de puertas abiertas a los refugiados, defendiéndose de las críticas de su país y del extranjero que se han intensificado debido al aumento del temor a un potencial ataque tras los ocurridos en París.

Merkel se enfrenta a divisiones en su coalición y a la presión de los países de la UE, entre ellos Francia, a pesar de sus insistencias de que Alemania puede acoger hasta un millón de refugiados este año y que Europa debe aceptar las cuotas que se les han impuesto.

En su discurso en el Bundestag, la cámara baja del Parlamento alemán, Merkel ha asegurado que el nivel de alerta en Alemania es alto pero ha insistido en que la gente debe seguir con su vida normal.

«La mejor respuesta que podemos dar a los terroristas es continuar con nuestras vidas y seguir con nuestros valores como hemos hecho hasta ahora, seguridad en nosotros mismos y libertad, consideración y compromiso», ha dicho entre aplausos. «Les demostraremos que nuestra libertad es más fuerte que el terror», ha añadido Merkel con voz ronca.

Horas antes del encuentro en París con el presidente francés, François Hollande, ha asegurado que Alemania va a mostrar su solidaridad con Francia tras los ataques en los que murieron al menos 130 personas.

Alemania, que desde la Segunda Guerra Mundial se ha mostrado reacia a participar en misiones en el extranjero, ha informado de que va a mandar a 650 soldados a la misión de paz de la ONU en Malí y que va a incrementar el número de soldados que entrenan a las fuerzas kurdas peshmerga en Irak.

Además, Merkel ha insistido en su compromiso con su polémica política de refugiados, y ha manifestado que Alemania, el centro económico de Europa, tiene el compromiso de proteger a los refugiados de la guerra y los conflictos de Oriente Próximo, Africa y Asia.

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En un gesto a los críticos de su partido, en particular en Baviera, por donde están entrando la mayoría de los inmigrantes a Alemania, ha asegurado que aquellos que no necesiten protección serán enviados a casa.

«ENCERRANDONOS NO VAMOS A RESOLVER EL PROBLEMA»

«Pero encerrándonos a nosotros mismos no vamos a resolver el problema», ha manifestado. Merkel ha repetido su lema «cooperaremos» y ha reiterado su argumento de que Europa debe ahondar en las causas de la crisis para trabajar en la paz en Siria y aceptar la colaboración de Turquía como aliado.

También ha respondido a los políticos de algunos países que han advertido de que la crisis de los refugiados ha puesto de manifiesto los problemas del acuerdo Schengen de libertad de movimiento, y ha señalado que los estados deben desarrollar aún más los acuerdos de las cuotas de inmigrantes.

«La distribución de refugiados de acuerdo con la fuerza económica y otras condiciones (...) y la disposición de un mecanismo de distribución permanente (...) determinará la resistencia del espacio Schengen a largo plazo», ha asegurado.

El apoyo popular a Merkel, que esta semana cumple una década en el poder, y a su partido conservador ha bajado en los últimos tres meses por el flujo de inmigrantes.

Sin embargo, según una encuesta de Forsa el apoyo al bloque conservador ha aumentado tres puntos, alcanzando el 39 por ciento de apoyos debido al efecto causado por los ataques de París, que según el director de Forsa, Manfred Guellner, ha hecho a los votantes volver al partido gobernante.