Fotografía facilitada por Médicos Sin Fronteras que muestra un hospital apoyado por la organización destruido durante un ataque aéreo en Idlib. | SAM TAYLOR / MSF / HANDOUT

Al menos 23 civiles han muerto por el impacto de misiles en tres hospitales y una escuela en localidades bajo control rebelde en Siria este lunes, según han informado residentes, mientras las tropas sirias con apoyo de la aviación rusa intensifica su avance hacia el bastión rebelde de Alepo.

Al menos catorce personas han muerto en la localidad de Azaz, cerca de la frontera turca, por la caída de misiles en una escuela en la que se refugiaban familias que huyen de la ofensiva y un hospital para niños, según han informado dos residentes y un médico.

Las bombas también han golpeado otro refugio para desplazados al sur de la localidad y un convoy de camiones, según otro residente. «Hemos estado trasladando a decenas de niños gritando del hospital», ha relatado el médico Juma Rahal, que ha precisado que al menos dos niños han muerto y decenas de personas han resultado heridas.

Activistas han colgado un vídeo en Internet que presuntamente muestra los daños sufridos por el hospital infantil y en el que se ve a tres bebés en incubadoras en una sala llena de material médico roto, sin que haya sido posible verificar de forma independiente las imágenes.

En otro incidente separado, varios misiles han impactado en otro hospital en la localidad de Marat al Numan, en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, según han denunciado el presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF) Francia, Mego Terzian, que apoyaba al centro.

«Hubo al menos siete muertos entre el personal y los pacientes y al menos ocho miembros del personal de MSF han desaparecido y no sabemos si están vivos», ha comentado a Reuters Terzian.

«El autor del bombardeo es claramente (...) bien el Gobierno o Rusia», ha denunciado, añadiendo que no es la primera vez que instalaciones de MSF en Siria son atacadas.

En un comunicado, la ONG ha precisado que el hospital fue alcanzado por cuatro misiles en dos ataques perpetrados con apenas unos minutos de diferencia y temen que los ocho desparecidos estén «posiblemente muertos».

«La destrucción de la instalación médica a la que MSF facilitaba apoyo parece producto de un ataque deliberado contra la misma», ha denunciado Massimiliano Rebaudengo, coordinador general

de MSF en Siria.

Según MSF, los fallecidos son cinco pacientes y un acompañante, así como un guarda del hospital. Además de los ocho miembros del personal desaparecidos también hay algunos pacientes, sin que haya una cifra exacta.

«La destrucción del hospital Marat al Numan deja a una población de unas 40.000 personas sin acceso a atención médica en una zona de conflicto abierto», ha lamentado Massimiliano. El hospital apoyado por MSF contaba con 30 camas, dos quirófanos, una clínica ambulatoria y servicio de urgencias y en él trabajaban 54 personas.

Por otra parte, la ONG ha indicado que su hospital en Al Salama ha recibido a diez pacientes con heridas de guerra por la intensificación de los combates en el distrito de Azaz y se está procediendo a organizar el traslado del quirófano pediátrico del hospital infantil atacado en Azaz a este hospital de MSF.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un enfermero ha muerto y cinco enfermeras, un enfermero y un médico estarían bajo los escombros en el hospital apoyado por MSF en Maral al Numan. En esta localidad, otro bombardeo ha alcanzado el Hospital Nacional en el extremo norte de la ciudad, matando a dos enfermeras, según el Observatorio.

Residentes en ambas localidades han responsabilizado a los bombardeos rusos, denunciando que los aviones han sido más numerosos y las municiones más potentes que las empleadas normalmente por el Ejército sirio.