Barack Obama y Caroline Kennedy saludan a las autoridades a su llegada a Hiroshima. | CARLOS BARRIA

El presidente de Estados Unidos, Barack Omaba, ha llegado este viernes a la ciudad de Hiroshima en una visita que quedará marcada por ser la primera ocasión en que un presidente de Estados Unidos pise el suelo de la ciudad, escenario del lanzamiento de la bomba atómica, al final de la Segunda Guerra Mundial.

Obama ha dicho que la memoria de las víctimas de la bomba atómica lanzada sobre esta ciudad en 1945 «nunca debe desaparecer», ya que supone una «esperanza para el futuro» y «alimenta un cambio».

En su discurso durante su visita a la ciudad, Obama quiso recordar «las voces de las víctimas» de la tragedia, y destacó la necesidad de «mantener viva su memoria, porque alimenta nuestra imaginación, nos permite cambiar y nos da esperanzas sobre un futuro mejor».

El mandatario estadounidense, que se convirtió en el primero en visitar Hiroshima, participa en una ceremonia en el Parque de la Paz de Hiroshima junto al primer ministro nipón, Shinzo Abe, en la que también asisten al menos tres supervivientes del ataque.