Un grupo de fieles musulmanes reza pacíficamente durante el Ramadán. Por el contrario, Dáesh ha llevado las tradiciones musulmanas al extremo más radical. | Teresa Ayuga

El grupo terrorista Dáesh crucificó este lunes a cinco civiles durante cuatro horas en la ciudad nororiental siria de Deir al Zur por incumplir el ayuno del mes sagrado musulmán de ramadán, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Los cinco civiles fueron crucificados en el muro del antiguo edificio de la «hesba», cuerpo parapolicial de los yihadistas, delante de una multitud en la que había menores.

Las víctimas permanecieron colgadas del muro desde las 11.00 a 15.00 horas, luego fueron bajadas del mismo y recibieron setenta latigazos cada una. Tras este castigo, Dáesh dejó marchar a las cinco personas.

El Observatorio destacó que es la primera vez que Dáesh aplica este tipo de castigo en Siria desde el comienzo del presente Ramadán, aunque sí que lo ha había impuesto en años anteriores.

Los extremistas emplean una versión radical de la «sharía» o ley islámica en los territorios que controlan en Siria e Irak.

Durante el mes de ramadán, los musulmanes se abstienen de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol.

Según la tradición islámica, este fue el mes en el que el profeta Mahoma empezó a recibir la revelación del Corán.

El cumplimiento del ayuno es uno de los cinco pilares del islam y, por lo general, solo están exentos las mujeres embarazadas o con la menstruación, los enfermos, los niños y los viajeros, tal y como establecen las normas religiosas.