Juan Manuel Santos, en una reciente imagen. | Reuters

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha sido galardonado con el Nobel de la Paz 2016 por el Comité Nobel Noruego, por su contribución al proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Asimismo, según el Comité Noruego, es «un homenaje al pueblo colombiano que, a pesar de todos los abusos sufridos, no ha perdido la esperanza de lograr una paz justa y a todas las partes que han contribuido a este proceso de paz».

Santos es el segundo colombiano en obtener un Nobel, después del de Literatura que obtuvo Gabriel García Márquez en 1982.

Como hace 34 años, Colombia se despertó este viernes, todavía de madrugada, con la noticia. El presidente colombiano había estado, según los especialistas, entre los favoritos al galardón, pero sus opciones bajaron tras el plebiscito del pasado domingo en el que el «no» al acuerdo de paz firmado el 26 de septiembre en Cartagena de Indias se impuso con el 50,21 % de los votos, mientras el «sí» alcanzó el 49,78 %.

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«El hecho de que la mayoría de los votantes dijera no al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto. El referéndum no fue un voto por o contra la paz», señaló el Comité Nobel en su fallo.

En octubre de 1982, Gabo fue galardonado con el Nobel de Literatura «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente».

Hoy, 36 años después, el jefe de Estado colombiano gana el Nobel de la Paz con algo de ese realismo mágico que inmortalizó a Gabo, gana la paz en la mesa de negociación pero la pierde en las urnas.

En esta ocasión se habían presentado 376 candidaturas, de las que 148 eran organizaciones y 228 eran personas. Se trata de una cifra récord, que supera a las 278 recibidas en 2014.

Desde que se entregó por primera vez en 1901 se han concedido 96 galardones a un total de 129 premiados. En 2015, el Nobel de la Paz recayó en el Cuarteto Nacional de Diálogo de Túnez por su «contribución a construir una democracia plural» en el país tras la revolución de 2011. El Cuarteto estaba integrado por dos sindicatos, un colegio de abogados y la Liga Tunecina para la Defensa de los Derechos Humanos.