El vídeo 'The wait is over' ha sido seleccionado como la peor campaña humanitaria de 2016. | Youtube

La ONG noruega SAIH ha otorgado, por quinto año consecutivo, los premios Radi-AID Awards 2016, un certamen donde son seleccionados las mejores y peores campañas humanitarias. Este año, el The Rusty Radiator Award (El Radiador Oxidado) ha recaído en la ONG Compassion International por su video The Wait Is Over (La espera ha terminado) que narra la historia de Halena, una niña de 8 años de Indonesia cuya vida cambia al lograr un sponsor de Australia.

«El vídeo promueve profundas percepciones de la superioridad occidental sobre el sur», señala el jurado del certamen. «Este anuncio de recaudación de fondos es uno de los peores ejemplos que hemos visto en las ONG ya que representa al donante como el único salvador», afirma el presidente de la SAIH, Inga Nymo Riseth.

Por el contrario, el Golden Radiator Award (El Radiador Dorado), el premio a la mejor campaña humanitaria, ha sido para la agrupación contra el sida AidsAlliance por su video Love A Positive Life (Ama una vida positiva). El jurado señala que la campaña presenta el VIH de una manera «novedosa» y «rompe prejuicios y estereotipos» al mostrar cómo Daphine, de 19 años y VIH positiva, «toma el control de su vida, lucha y sale adelante sin ninguna presencia de un 'héroe blanco'». Además, el vídeo no presenta a las personas con VIH/SIDA como «víctimas indefensas, sino como personas con poder de decisión».

Los Radi-Aid Awards surgieron en 2012 a raíz de la campaña satírica África for Norway 2012 creada por SAIH que mostraba cómo un grupo de jóvenes africanos se unían para recolectar radiadores para enviar a Noruega donde se «morían de frío». Desde entonces, la ONG noruega otorga The Rusty Radiator Award (El Radiador Oxidado) a la campaña que «peor usa los estereotipos», y The Golden Radiator Award (El Radiador Dorado) para la campaña que «mejor ha usado la creatividad para generar compromiso sin usar los estereotipos», según explican en su página web.

Así, el objetivo de los premios es denunciar cómo algunas campañas son contraproducentes al ocultar «las causas reales de la pobreza», que retratan a los pobres como «receptores pasivos de ayuda, sin la capacidad o el deseo de hacer de su país un mejor lugar para vivir», «creando una distinción entre nosotros y ellos», señalan. «Los estereotipos y las simplificaciones llevan a debates pobres y políticas pobres. Las campañas de las ONG juegan un papel fundamental en la manera en que la gente entiende el desarrollo y, por lo tanto, en la lucha contra las representaciones», afirman.

Otros finalistas

Los otros dos vídeos finalistas de los Rusty Awards tienen en común con el ganador el mostrar a los niños como «objetos pasivos» que «necesitan de la ayuda exterior para acabar con su sufrimiento». Así, el jurado califica la campaña de Save The Children de Netherlands Give to Children like Jon, Donate now! (Da a niños como Jon. ¡Dona ya!) que muestra imágenes de niños desnutridos como «el epítome de la «pornografía de la pobreza», ya que se centra únicamente en la vida desnuda de los niños que sufren y fetichiza sus cuerpos (por ejemplo, su vientre hinchado debido a la inanición). Presenta a la gente en el Sur como indefensa e incapaz de superar sus sufrimientos sin la ayuda del exterior».

Por último, el video A sponsored child's dreams (El sueño de un niño sponsorizado), realizado por World Vision Australia, ha sido el tercer finalista ya que «presenta a los niños como víctimas pasivas e indefensas», como «simples objetos sin ningún contexto» cuyo sufrimiento puede ser «fácilmente resuelto por los donantes occidentales», señala el jurado.

Golden Radiator

Por contra, el Radiador Dorado se entrega a los anuncios que, siendo creativos rehuyen de los estereotipos y, además, generan un impacto positivo. Estas campañas, según el criterio de SAIH, deben mostrar que los grupos a los que se pretende ayudar «son y deben ser parte de la solución a sus problemas, evitando la imagen del 'héroe blanco'». Además, aunque el objetivo de la campaña sea recaudar, se pide que no se explote el sufrimiento de las personas ni se use el sentimiento de culpa para atraer al donante, sino que se muestre el potencial de las personas que reciben la ayuda, se expliquen las causas subyacentes a los problemas que se quiere combatir para lograr conectar con el donante y así «despertar la solidaridad».

Los otros dos finalistas de los Golden Radiator Award han sido una campaña sobre refugiados de Amnistía Internacional de Polonia y una de Plan Internacional Reino Unido sobre las dificultades que se enfrentan las niñas del mundo para acudir a la escuela.

Sobre la campaña de Amnistía, Look Beyond Borders, el jurado resaltó su manera «poderosa» de cambiar la narrativa de la denuncia de refugiados, mostrando que «todos somos seres humanos que merecen ser respetados y vivir con dignidad». En el vídeo se encuentran personas desconocidas y se les invita a mirarse a los ojos. «El vídeo comunica su mensaje de manera muy efectivamente mostrando cómo la gente se acerca unos a otros», concluye el jurado.

Del vídeo de Plan Internacional titulado ¿Qué aprenden realmente las chicas en el colegio? Aprende sin miedo el jurado ha valorado que la campaña destaca «un problema mundial y revela la enorme brecha existente entre el mundo idealizado y el mundo real. Además, consigue presentar luchas diarias de chicas tanto en el mundo desarrollado como en los países en desarrollo».