Al menos doce policías han muerto en un ataque talibán a un puesto de control supuestamente propiciado por un agente del mismo cuerpo en la provincia de Helmand, en el suroeste de Afganistán, indicaron a Efe fuentes oficiales locales.

«Después de la medianoche un policía ha ayudado a talibanes a colarse en un puesto de control y a matar a 12 compañeros. Luego, se ha escapado», indicó a Efe Husain Alizada, miembro del Consejo Provincial.

Los insurgentes robaron armamento y equipamiento del puesto de control, situado en el cinturón de seguridad en el este de la ciudad.

Abdul Majid Akhundzada, también miembro del Consejo Provincial, confirmó el suceso y el balance de muertos, al tiempo de añadir que las autoridades ya han trasladado «los cadáveres a los cuarteles de la Policía desde el punto de control».

El portavoz del Gobierno provincial, Omar Zwak, confirmó el incidente y la muerte de «varios policías», aunque no dio detalles sobre el suceso ni de los fallecidos alegando que la «investigación continúa su curso».

El portavoz talibán Zabihulah Muyahid escribió en su cuenta de Twitter que «un puesto de control del enemigo fue tomado y el comandante del puesto así como otros 11 policías murieron y sus armas fueron capturadas».

De acuerdo con datos de Estados Unidos, entre enero y noviembre de 2016, se registraron 56 ataques de miembros de los cuerpos de seguridad contra sus compañeros, con un resultado de 151 muertos y 79 heridos.

La violencia en Afganistán se ha ido intensificando durante los últimos dos años, tras el final de la misión militar de la OTAN en el país, y en este momento el Gobierno controla apenas el 57 % del territorio del país, según el Inspector Especial General para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) de Estados Unidos.

Helmand es una de las zonas bajo mayor presión de los talibanes, que el año pasado llegaron a tomar partes de su capital, Lashkargah, y siguen controlando varios distritos de la provincia.