Al menos 5 policías murieron tras ser tiroteados por un compañero en un puesto de control mientras dormían en la conflictiva provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, afirmó a Efe una fuente oficial.

«Cinco miembros de las fuerzas de seguridad fueron asesinados anoche por un compañero en un puesto de control en el distrito de Ghani Khelo», afirmó el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.

El portavoz indicó que «el sospechoso escapó» tras matar a los 5 policías y que hay una investigación abierta para conocer las circunstancias del tiroteo, en un aparente ataque «desde dentro».

De esta manera se denominan en Afganistán los ataques perpetrados contra miembros de cuerpos de seguridad por parte de compañeros que desertan o talibanes que se infiltran.

Durante el año pasado se produjeron varios ataques de este tipo, el más mortífero de ellos en enero, con la muerte de diez policías en un puesto de control en la provincia de Uruzgan, en el sur afgano.

De acuerdo con el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán entre enero y noviembre de 2016 se produjeron 56 ataques internos contra personal de las fuerzas de seguridad afganas con un saldo de 151 muertos y 79 heridos.

Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015 los insurgentes han ido ganando terreno en diversas partes de Afganistán y en la actualidad controlan, tienen influencia o se disputan con el Gobierno al menos el 43 % del territorio, según datos de Washington.