La fiscal Laureline Peyrefitte sostiene que, según la investigación, los bebés nacieron vivos.

Una mujer ha sido detenida en Francia tras confesar a los investigadores el asesinato de sus tres bebés, que llevaban más de quince años en un congelador.

Laureline Peyrefitte, fiscal de la región gala, ha señalado que «las primeras investigaciones científicas sugieren, sin perjuicio de los resultados de la autopsia y los exámenes médicos, que estos niños nacieron vivos».

En esta etapa de la investigación, la acusada ha declarado que en 1998, 1999 y 2003 dio a luz ella sola en su casa y después de cada nacimiento ahogó a los recién nacidos con una almohada, los envolvió con una bolsa de plástico y los guardó en su congelador.

Según los primeros detalles conocidos de la investigación, los tres bebés habrían sido fruto de las relaciones sexuales de la madre con un hombre que conoció en su lugar de trabajo y que en la actualidad estaría jubilado. «Este último habría hecho caso omiso de los embarazos sucesivos de la mujer, estado que no se habrían detectado tampoco las personas de su alrededor», recoge el informe.