El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado la reducción a la mitad de las compras de activos a partir del próximo mes de enero, cuando pasarán de los 60.000 millones de euros al mes a 30.000 millones, aunque mantendrá el programa al menos hasta el final de septiembre de 2018. Se trata de una decisión que ha estado en línea con las expectativas del mercado, al ofrecer un tono de tranquilidad a la vez que levanta el pie del acelerador, según el consenso de analistas consultado por Europa Press.

No obstante, en la rueda de prensa posterior a la reunión del BCE, el presidente de la institución, Mario Draghi, subrayó que en caso de un empeoramiento de las perspectivas económicas, el banco central "está listo para aumentar el volumen y/o la duración del programa", defendiendo la flexibilidad del mismo ante la potencial escasez de deuda disponible, así como el compromiso de la entidad para cumplir su mandato.

Asimismo, reconoció que esta decisión sobre la recalibración del programa de compras "no fue unánime", ya que algunos miembros del Consejo eran partidarios de fijar un final o al menos señalarlo, mientras una "gran mayoría" prefirió mantener un final abierto. "El programa de compras no tiene un final preestablecido y no terminará de golpe", apuntó.

En este sentido, el gestor de equipo de renta fija minorista de M&G Investments, Wolfgang Bauer, señaló que "mientras todas las miradas estaban puestas en la trayectoria futura del programa, Draghi logró ofrecer un tono de tranquilidad a los mercados a la vez que levantaba el pie del acelerador".

De igual modo, el economista jefe de Robeco Investment, Léon Cornelissen, dijo que el BCE ha elegido una reducción "prudente" en línea con las expectativas, mientras que demuestra que está "definitivamente comprometido" a darle una oportunidad al crecimiento de la eurozona. "No hubo sorpresas y la reacción del mercado fue positiva, así que creo que la estrategia del BCE ha funcionado bien", sostuvo.

Por otro lado, Cornelissen aseguró que "no se puede descartar por completo una primera subida de tipos en el cuarto trimestre de 2018, aunque es cierto que lo más probable es que espere hasta 2019". En este sentido, explicó que si Draghi no sube los tipos antes del 31 de octubre --fecha prevista para su jubilación-- podría convertirse en el primer presidente del BCE que nunca ha elevado los tipos de interés durante su mandato.

"El cambio en el nivel del programa es más bien considerado por los expertos como un ajuste técnico y no como un cambio en la postura sobre la política monetaria", subrayó el economista jefe de Natixis AM, Philippe Waechter. De esta forma, el BCE aún conserva "un alto grado de flexibilidad", ya que tanto los volúmenes de compra como la duración de la aplicación del programa podrían aumentar en caso de un deterioro de las perspectivas de recuperación económica e inflación.

De su lado, el analista de ETF Securiries Martin Arnold señaló que la eurozona aún debe apoyarse en el QE (Quantitative Easing) dada "la fragilidad de las presiones inflacionarias". Lo mismo consideran en ING Financial Research, al señalar que "la recuperación continúa, pero no hay signos fuertes sobre la recuperación de la inflación". Según los expertos de la entidad británica, el BCE se enfrenta a una recuperación cíclica sin ninguna tipo de presión inflacionaria.

"La decisión de hoy es el primer paso real hacia una salida suave del BCE del 'modo crisis', pero definitivamente no es un gran giro, demostrando que quiere una salida con la mayor cautela posible", indicaron los analistas de ING.

EL EURO CAE MÁS DE UN 1% Y LAS BOLSAS COGEN IMPULSO

Tras el anuncio, la divisa única retrocedía más de un 1% frente a su cambio con el 'billete verde', hasta cotizar en un mínimo intradía de 1,1688 dólares, un umbral que no alcanzaba desde hace 20 días.

No obstante, a pesar del ajuste de las ganancias, el euro acumula una apreciación cercana al 12% desde que comenzó el año.

Las bolsas europeas, por su parte, se han visto impulsadas por la decisión del BCE, con todos los principales índices bursátiles en terreno positivo.

El Eurostoxx 50 cerraba con una variación positiva del 1,27%, el Cac 40 ganaba un 1,50%, el Dax lo hacía un 1,39%, el Ftse Mib repuntaba un 1,61% y el Ibex 35 cerraba con un ascenso del 1,92%, el conformándose como el selectivo que más ganaba en el Viejo Continente.