Trump desclasifica 2.800 informes sobre el asesinato de Kennedy.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado el jueves la publicación de parte de los documentos clasificados sobre el asesinato en 1963 del entonces mandatario John Fitzgerald Kennedy y que albergan los Archivos Nacionales.

El mandatario ha autorizado a que se publiquen un total de 2.800 documentos, si bien una parte ha sido bloqueada para ser sometidas a una nueva revisión a petición del FBI y la CIA. Estos documentos liberados se suman a los 3.810 publicados el pasado mes de julio.Fuentes de la Casa Blanca citadas por el diario estadounidense 'Politico' han detallado que Trump ha dado 180 días a las agencias federales para que vuelvan a revisar esos documentos 'ocultos', entre los que figura información redactada.

La parte más sensible del archivo sobre Kennedy, cerca de 300 informes que contienen los documentos más comprometidos para la seguridad nacional, permanece aún oculta, al menos otros seis meses más, hasta que se descarte si su publicación podría poner en riesgo a los servicios de Inteligencia del país norteamericano.

Las sombras de algo oscuro persisten aún en el magnicidio que hace 54 conmocionó al mundo. Ha sido argumento de infinidad de intrigas y teorías de la conspiración y ha servido de telón de fondo de cientos de películas de Hollywood, que han contribuido a alimentar la leyenda y mantener vivo el recuerdo del personaje y las incógnitas que rodearon su asesinato.

Desde esa fatídica mañana en Dallas el 22 de noviembre de 1963, Estados Unidos y el resto del mundo esperaban con curiosidad a que se liberaran los informes sobre el caso. Averiguar cual fue el papel de la CIA entonces y si tuvo alguna responsabilidad en el asesinato, como han venido alimentado desde entonces diversas teorías de la conspiración que siempre han pesado sobre la agencia. El fracaso de la invasión de Cuba en Bahía de Cochinos y la crisis de los misiles provocó que el sector más radical de la Agencia Central de Inteligencia odiara a Kennedy sin ahorrarse disimilos.

El jueves expiraba la ley de 1992 que protegía los archivos y ese mismo día, el presidente del país, Donald Trump, anunciaba su publicación, aunque la presión de la CIA impedía que se desclasificaran los más sensibles.

«He ordenado que se levante el veto sobre los documentos, pero dadas las advertencias de los responsables de inteligencia, no tengo más remedio que aceptar ciertas condiciones antes que causar un daño irreversible a la seguridad de la nación», ha destacado el magnate neoyorquino.

Entre los papeles retenidos estaría lo más interesante del asunto Kennedy. Y es que entre los que se han publicado ya no hay ninguna bomba informativa. Más bien hay cierta chatarra mezclada con planes para expiar, o incluso matar al líder cubano Fidel Castro, así como diferentes acciones de la CIA en países de Centroamérica, como El Salvador o Guatemala.

Entre los documentos desclasificados se revela también que el FBI había advertido a la policía de Dallas sobre la amenaza de muerte que pesaba sobre Lee Harvey Oswald, el asesino oficial del presidente y que estaba bajo custodia policial cuando un gánster de poca monta, Jack Ruby, acabó con su vida.

Aunque en los archivos se recoge que el FBI recibió una llamada amenazando de muerte de Oswald, Ruby negó siempre haber efectuado llamada telefónica alguna.

Entre los papeles que salen a la luz pública también se constata que los líderes de la Unión Soviética consideraban a Oswald un «maníaco neurótico que era desleal a su propio país y a todo lo demás». Por lo visto, los funcionarios de la antigua URSS temían que hubiera una conspiración detrás de la muerte del presidente, tal vez organizada desde la derecha estadounidense o por su sucesor en la Casa Blanca, Lyndon Johnson.

Los documentos incluyen detalles de varios intentos de la CIA para asesinar a líderes extranjeros y se recoge la alegría del embajador cubano en los Estados Unidos cuando tuvo conocimiento de la muerte de Kennedy.

De acuerdo con los Archivos Nacionales de Estados Unidos, el 88 por ciento de los registros relacionados con el asesinato del presidente demócrata ya estaban desclasificados y el otro 11 por ciento estaba publicado pero censurado parcialmente.

Falta saber si dentro de seis meses el presidente Trump autoriza que se publiquen los 300 archivos que aún están en la sombra, y si éstos arrojan algo de luz a los aspectos oscuros que aún perturban la verdad incontrovertible sobre el asesinato de Kennedy.