La exministra de Trabajo Andreas Nahles será elegida este martes nueva secretaria general del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) con la intención de convencer a su militancia para que apruebe el acuerdo alcanzado con los conservadores de Angela Merkel para reeditar la gran coalición.

Nahles sustituye así a Martin Schulz, quien ha renunciado por la presión interna tras menos de un año en el cargo en el que cosechó el peor resultado electoral del SPD desde la Segunda Guerra Mundial.

El nombramiento oficial de Nahles deberá ser refrendado en un congreso más adelante, pero el SPD ha optado por hacer el relevo lo antes posible porque considera que así es más difícil que los más de 460.000 miembros del partido voten en contra del acuerdo de gobierno con Merkel en la votación que se celebrará en las próximas semanas.

Nahles, de 47 años, hereda una formación dividida, desorientada y víctima de una gran crisis de identidad que, sin embargo, ha sabido sacar rentabilidad a su peor resultado electoral garantizándose los ministerios con mayor peso en el futuro Gobierno germano, entre ellos los de Finanzas y Asuntos Exteriores.

Por primera vez en sus 154 años de historia, el Partido Socialdemócrata alemán estará comandado por una mujer y uno de sus principales cometidos será reconstruir una formación hecha pedazos tras el terremoto originado por su antecesor.

Schulz, que fue recibido el pasado año con gran entusiasmo, decepcionó a sus acólitos y a la opinión pública, primero, con el duro revés de las elecciones generales del pasado septiembre y después con un giro de 180 grados en su discurso que hundió por los suelos su credibilidad.

Tras anunciar a bombo y platillo la misma noche electoral que el SPD pasaría a las filas de la oposición, el político socialdemócrata se vio obligado a dar marcha atrás e intentar formar Gobierno con Merkel por temor a la convocatoria de unas nuevas elecciones.

La pasada semana, el bloque conservador de la canciller Angela Merkel y un Schulz muy debilitado alcanzaron finalmente un acuerdo para que Merkel vuelva a ser elegida canciller por el Parlamento por cuarta vez consecutiva y el SPD, de puertas para afuera, daría por superada una de sus mayores crisis.

La fecha clave será el próximo 4 de marzo, día en que se darán a conocer los resultados de la consulta vinculante que mantiene no solo en vilo a Alemania, sino también al resto de Europa.