Ocho realidades de desigualdad en el mundo. | EUROPA PRESS

Este viernes se celebran en todo el mundo manifestaciones para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Epsocial ha reunido ocho historias que resumen la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres en ocho zonas geográficas del mundo.

Desde Arabia Saudí a Nigeria, pasando por India o Yemen, la minoría rohyngia en Birmania, la República Democrática del Congo, Nigeria o la mujer en la caravana de migrantes en Centroamerica, todas tienen como denominador común: la pobreza y la profunda desigualdad que sufre la mujer en los cinco continentes.

Son muchas las mujeres y niñas refugiadas que sufren persecución en sus países de origen por el mero hecho de serlo. De hecho, cada vez se registran más solicitudes de asilo en España por motivos de género, y también se concede más la protección internacional con arreglo a esta causa. En el caso de Siria, se ha producido un incremento de solicitudes por este motivo pues es un país donde las mujeres sufren «discriminación y opresión», según denuncian las ONG.

Refugiados desde hace décadas son también los rohinya, un grupo étnico musulmán de Myanmar (Birmania) calificado como la minoría étnica y religiosa más perseguida del planeta.

Desde 1982 huyen de la escalada de violencia asentándose principalmente en Bangladesh, en campos de refugiados donde el 80% son mujeres y niñas, que deben sortear obstáculos como las violaciones como arma de guerra, los matrimonios infantiles o la trata.

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La situación no es mucho mejor en Nigeria. Un grupo de unas 2.000 mujeres del noroeste del país que han sobrevivido a Boko Haram y después han sufrido violencia y abusos por parte del Ejército Nigeriano, según denuncia Amnistía Internacional en un informe, se han organizado en el movimiento de Mujeres Knifar para «pedir justicia» y reagrupar a sus familias.

Otra de las mayores crisis humanitarias se está viviendo en Centroamérica: cada año, 400.000 personas intentan cruzar la frontera sur de México, rumbo a Estados Unidos, de forma irregular. El 50 por ciento de los migrantes son ya mujeres, que huyen de la pobreza pero sobre todo de la violencia intrafamiliar y de género. Una huida hacia un destino incierto en la que asumen que serán víctimas de más violencia, especialmente sexual.

A pesar de que en Arabia Saudí, las mujeres acaban de conseguir una de sus reivindicaciones históricas, poder conducir sin ser detenidas, este avance es solo la punta del iceberg de un régimen que restringe profundamente los derechos y las libertades de las mujeres sometidas a la tutela de los hombres desde que nacen hasta que mueren.

En Yemen, cuatro años de guerra amenazan a una población en la que son ya más de tres millones las personas desplazadas de sus hogares, a lo que hay que sumar la hambruna y las enfermedades. Un país en el que el matrimonio infantil es utilizado por las familias como forma para satisfacer sus necesidades básicas y en el que las niñas se ven obligadas a abandonar la escuela, a casarse a cambio de una dote y ser madres. La creciente escasez de alimentos ha dejado a aproximadamente 1,1 millones de mujeres embarazadas desnutridas.

India es uno de los peores países del mundo para nacer mujer, ya que más del 70% son sometidas regularmente a la violencia, pero si además enviudan, acaban muertas socialmente. Todavía persiste la idea de que las viudas traen mala suerte y se las considera culpables de la muerte de sus maridos. India es el país con más mujeres en este estado civil, 46,4 millones, que viven en situación de pobreza extrema.

En la República Democrática del Congo, el país lleva décadas en guerra y ha generalizado la violencia sexual contra las mujeres como una de las principales armas de la contienda. Según ACNUR, cientos de niñas y mujeres serán violadas más de una vez a lo largo de su vida.