Mapa global de la libertad de prensa por países. | RSF

Turkmenistán ha adelantado a Corea del Norte hasta situarse como el país que menos respeta la libertad de prensa de todo el mundo, una clasificación que lideran en negativo estas dos naciones seguidas por Eritrea, según el análisis de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa en 2019 sitúa a Turkmenistán, Corea del Norte y Eritrea como los tres países más peligrosos para ejercer el periodismo y vuelve a tener a Noruega liderando en materia de respeto a la libertad de prensa, un puesto en el que se mantiene por tercer año consecutivo.

El estudio de RSF, que cada año analiza la situación del periodismo en 180 países, denuncia la imposición de una «mecánica del miedo» contra periodistas y medios y asegura que sigue reduciéndose el número de países considerados seguros para los reporteros.

En su informe, la organización de defensa de la libertad de prensa señala que «la hostilidad hacia los periodistas, e incluso el odio transmitido por dirigentes políticos en numerosos países, ha dado lugar a actos violentos cada vez más graves y frecuentes, lo que incrementa los peligros que afronta la prensa y causa unos niveles de temor inéditos en algunos lugares».

«Si el debate político cae de forma encubierta o manifiesta en un ambiente de guerra civil, en el que los periodistas se vuelven víctimas expiatorias, los modelos democráticos corren un gran peligro», ha advertido el secretario general de RSF, Christophe Deloire. «Para las mujeres y los hombres de buena voluntad, comprometidos con las libertades adquiridas a lo largo de la historia, es urgente acabar con esta mecánica del miedo», ha recalcado.

En la clasificación de 2019, Noruega sigue siendo el país con más respeto a la libertad de prensa y Finlandia asciende a la segunda posición, con Suecia en el tercer puesto, uno menos que el año anterior por el «recrudecimiento del acoso en Internet».

RSF pone como ejemplo de regímenes «autoritarios» que descienden en la clasificación a Venezuela, que baja cinco puestos hasta colocarse en la posición 148 y donde los periodistas sufren «detenciones y agresiones por parte de las fuerzas del orden».

En este apartado, Rusia también empeora al bajar un escalón, situándose en el puesto 149, por las presiones del Gobierno sobre los medios independientes, el control de Internet y el empleo de medidas como «detenciones, registros arbitrarios y leyes liberticidas».

Vietnam, en el puesto 176, y China, en el 177, bajan una posición, mientras en Eritrea permanece en la antepenúltima posición, a pesar del acuerdo de paz firmado con Etiopía.
Solo en el 24 por ciento de los 180 países analizados por RSF se cataloga la situación de la libertad de prensa como «buena» (quince países en total, con Noruega en cabeza e Irlanda en el puesto décimoquinto) o «más bien buena» (otros 28 países, incluida España, en la posición vigésimonovena). En la edición de 2018, los países con una situación «buena» o «más bien buena» en libertad de prensa representaban el 26 por ciento del total.

RSF ha señalado la situación de la prensa en Estados Unidos, que ocupa el puesto 48 y donde se registra «un clima más hostil» contra los periodistas, «más allá de las agresiones verbales» del mandatario del país, Donald Trump, contra medios y reporteros. Estados Unidos desciende tres posiciones y se coloca en la zona naranja de la clasificación, «lo que indica que la situación es problemática».

«NUNCA» LOS PERIODISTAS HAN RECIBIDO TANTAS AMENAZAS EN EEUU

«Nunca los periodistas estadounidenses habían recibido tantas amenazas de muerte ni habían tenido que recurrir a empresas privadas para garantizar su seguridad. La aversión a los medios de comunicación es tal que un hombre disparó a los trabajadores de 'The Capital Gazette' de Annapolis (Maryland) y asesinó a cinco de ellos. Antes de cometer el crimen, el asesino había expresado abiertamente en las redes sociales su odio a este diario local», ha señalado la ONG.

RSF ha denunciado que «las amenazas, los insultos y las agresiones» forman parte de los «riesgos del oficio» periodístico en países como India, donde fueron asesinados seis reporteros en 2018 y quienes critican el nacionalismo hindú son calificados como «antinacionalistas» en «campañas de acoso en Internet», y en Brasil, donde la prensa se ha convertido en el «blanco de los partidarios» del presidente del país, Jair Bolsonaro, «tanto en el espacio digital como el mundo real».

ESPAÑA PRESENTA «UN DETERIORO RELATIVAMENTE MENOR»

En cuanto a España, mejora dos puestos en la clasificación, manteniéndose en la zona amarilla (situación satisfactoria de la libertad de prensa), aunque RSF señala que este ascenso «no representa una mejora absoluta sino un deterioro relativamente menor que otros vecinos de la tabla».

Tras asegurar que «el odio a los periodistas se ha hecho presente en España», la ONG ha detectado «una clara mejora de la situación en Cataluña», que «era muy tensa», aunque ha dejado claro que «esta región sigue siendo un terreno hostil para los reporteros de radio y televisión».

«La extrema polarización de la política catalana acabó por contagiar a los medios de comunicación y a sus audiencias. Los periodistas se han convertido en una de las principales víctimas de las hostilidades. En los últimos 18 meses RSF ha registrado en Cataluña cerca de 40 casos de ataques a periodistas, que van de los insultos a las agresiones físicas», ha indicado.

RSF ha lamentado que no se haya «puesto en práctica» la reforma de RTVE y ha criticado que en 2018 se dictaran condenas por delitos como hacer apología del terrorismo, insulto a la corona y ofensa a sentimientos religiosos, «lo que creó un clima perjudicial apra la libertad de información.

En este sentido, ha denunciado el «caso grave» de intento de violación del secreto de las fuentes por la decisión de un juez de Baleares de requisar los móviles de dos periodistas de Europa Press y del Diario de Mallorca.

«En lo que respecta a la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como la «ley mordaza», la tan esperada reforma sigue sin realizarse, por lo que esta ley continúa representando una fuerte amenaza a la libertad de prensa», ha subrayado.

DESTACA EL VALOR DE LOS PERIODISTAS DE INVESTIGACIÓN

A nivel global, RSF ha puesto en valor el trabajo de los periodistas de investigación, mencionando la situación en Italia, donde el ministro del Interior, Matteo Salvini, amenazó con quitarle la escolta a Robert Saviano por criticar al Ejecutivo, y en Argelia y en Croacia, donde los medios de comunicación y los reporteros se enfrentan a «un creciente acoso judicial».

«La persecución de los periodistas que molestan a los gobiernos parece que ya no tiene límites. El sórdido asesinato del columnista saudí Yamal Jashogi, cometido en el Consulado saudí en Estambul (Turquía), en octubre de 2018, envió un escalofriante mensaje a los periodistas más allá de las fronteras de Arabia Saudí. Por miedo a ser asesinados, muchos periodistas de la región se autocensuran o, simplemente, dejan de escribir», ha explicado.
A nivel de regiones, la ONG ha señalado que América del Norte y del Sur es la zona con mayor deterioro de la libertad de prensa, un 3,6 por ciento más, por el «pésimo desempeño de Estados Unidos, Brasil y Venezuela». Nicaragua baja 24 puestos, uno de los descensos más significativos de 2019, por la represión del Gobierno y sus seguidores contra los periodistas.

En la zona de Oriente Próximo y Norte de África, «donde es más difícil y peligroso ejercer el periodismo», Siria se sitúa en la posición 174, mejorando tres puestos, Arabia Saudí está en el 172, Irán en el 170, Yemen en el 168, Egipto en el 163 y Libia en el 162. El caso positivo es Túnez, que mejora 25 posiciones y se queda en el puesto 72.