Residentes de una población de Papúa Nueva Guinea. | REUTERS / DAVID GRAY - Archivo

Hombres armados han matado a 18 personas, includas varias mujeres y niños, en un ataque perpetrado en una aldea remota de Papúa Nueva Guinea, en lo que podría ser un nuevo episodio de violencia tribal por el que el primer ministro, James Marape, ha prometido perseguir y detener a los responsables del suceso.

La violencia ha golpeado en anteriores ocasiones este pequeño país bañado por el océano Pacífico pero la escala de este ataque ha conmocionado a Papúa Nueva Guinea.

«Es una historia muy triste», ha asegurado a Reuters por teléfono Philip Undialu, el gobernador de la provincia de Hela, situada en la escarpada zona central, donde ha tenido lugar el ataque. Las imágenes publicadas en la red social Facebook muestran a las víctimas mortales, incluidos varios niños, envueltos en ropas y tendidos en hojas de palmeras a un lado de una carretera.

Undialu ha dicho que el origen del ataque en la localidad de Karida, situada a unos 630 kilómetros al noroeste de Puerto Moresby, la capital del país, se desconoce aunque la violencia ha sido el último episodio de un conflicto que se prolonga desde hace años.

Las víctimas del ataque habían ofrecido refugio a víctimas de un brote de violencia hace varias semanas, ha dicho el gobernador regional. «Ha sido una venganza por un ataque previo. Fue un ataque muy repentino», ha asegurado Undialu, antes de añadir que estos dos últimos ataques han acabado con la vida de 24 personas.

«Los dos ataques se llevaron a cabo en una comunidad inocente en la que las personas no estaban esperándolos y todos nosotros estamos en estado de conmoción», ha explicado el gobernador de la región de Hela. Por su parte, el primer ministro del país, James Marape, ha asegurado que él «irá a por» los autores del ataque.

«En recuerdo de los inocentes que continúan muriendo en manos de criminales armados, su tiempo ha terminado», ha afirmado el jefe de Gobierno de Papúa Nueva Guinea, en un mensaje publicado en su página de la red social Facebook.

«Antes tenía alguien a quien rendir cuentas, ahora no tengo a nadie más a quien rendir cuentas salvo a los inocentes que han matado», ha subrayado. «No tengo miedo de usar las medidas más duras de la legislación contra ustedes. Voy a por ustedes», ha advertido, dirigiéndose a los autores del ataque.

Marape, que llegó al poder en mayo, ha mencionado la falta de agentes de Policía sobre el terreno como un problema importante en una región que durante años ha tenido que lidiar con la violencia, en ocasiones por las disputas por la distribución de la riqueza.

En 2018, varios trabajadores humanitarios que llevaban suministro a la localidad de Tari tras un gran terremoto recibieron la orden de salir de la zona y el Ejército se desplegó para sofocar las disputas tribales.