El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en una imagen de archivo. | Europa Press

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que invocará la Ley de Producción de Defensa «para prohibir la exportación de los escasos suministros sanitarios y médicos por parte de actores sin escrúpulos y especuladores», en el marco de la crisis del coronavirus.

El Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias trabajarán en este asunto para «prevenir la exportación de respiradores N95, mascarillas quirúrgicas, guantes y otros equipamientos de protección», ha afirmado Trump la rueda de prensa del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca.

«Necesitamos estos materiales inmediatamente para su uso doméstico. Tenemos que tenerlos», ha subrayado el mandatario estadounidense, según recoge la cadena CNN.
En un comunicado, el presidente estadounidense ha precisado que el virus ha conllevado la especulación por parte de distribuidores e intermediarios «sin escrúpulos» que operan en mercados secundarios.

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«Esta especulación en tiempos de guerra está llevando a cabo el acaparamiento y el aumento de precios de los equipos de protección de personal, necesarios para proteger a los estadounidenses, incluyendo a nuestros heroicos profesionales sanitarios», ha justificado Trump.

Por ello, ha precisado que se trata de una medida para garantizar que el equipamiento necesario se quede en Estados Unidos. Además, ha asegurado que esto no interferirá en la capacidad de las empresas que exportan estos productores siempre y cuando «respeten la ley y el interés nacional».

Trump emitió también el jueves una orden amparado en la Ley de Producción de Defensa para «asegurar de forma más completa» que los fabricantes de respiradores del país norteamericano pueden producir los necesarios para responder a la crisis del coronavirus.
La Ley de Producción de Defensa es una normativa de la Guerra Fría -data de la Segunda Guerra Mundial pero terminó de desarrollarse en 1950, durante la guerra de Corea- que confiere a Trump «poderes de guerra» para acelerar la producción nacional de suministros médicos para combatir la pandemia del COVID-19. El mandatario la activó a finales de marzo.

En términos generales, facilita al secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, la potestad de reclamar «cualquier recurso médico disponible para su adecuada distribución a nivel nacional». De esta forma, e invocando esta ley, las autoridades estadounidenses podrán utilizar el número de respiradores fabricados por 3M que consideren apropiados, según el memorando publicado el jueves por la Casa Blanca.