Las autoridades australianas anunciaron este lunes el indulto a Kathleen Folbigg, en prisión desde hace dos décadas por el asesinato de sus cuatro bebés, tras revisarse su caso a raíz de una investigación coordinada por una científica española que vinculaba los decesos a fallos genéticos. Justo después de anunciar el indulto, el fiscal general del estado australiano de Nueva Gales del Sur, Michael Daley, pidió que la señora Folbigg fuera puesta en libertad «sin demora».

Este martes, un día después del indulto, la australiana ha aparecido en un vídeo, que dura a penas 30 segundos, en el que asegura que este indulto supone una «victoria para la ciencia y especialmente la verdad». Además, ha remarcado que se siente «extremadamente humilde» y «agradecida» por el indulto que ha recibido tras estar 20 años en la cárcel. «Durante los últimos 20 años que he estado en prisión siempre he pensado y siempre pensaré en mis hijos, lloraré por mis hijos y los echaré de menos y los querré enormemente», ha dicho.

El caso

Las autoridades australianas ordenaron el año pasado revisar el caso de Folbigg por la muerte entre 1989 y 1999 de sus hijos Caleb, Patrick, Sarah y Laura -cuando éstos tenían entre 19 días y 18 meses-, después de que un grupo de científicos indicara la posibilidad de que esos fallecimientos se debieran a una rara mutación genética. El indulto ha llegado después de que el exjuez Tom Bathurst, quien estaba a cargo de la revisión del caso, llegara a la conclusión de que «existen dudas razonables sobre la culpabilidad de Kathleen Folbigg por cada uno de esos delitos», precisó Daley.