Piden unas patatas en un vuelo de Ryanair y acaban custodiadas por la policía

Según relató Murray, intentó pagar unas Pringles, una Coca-Cola y una botella de agua —por un total de siete libras— pero su tarjeta fue rechazada por el datáfono. «Pensé que era una broma cuando la tripulación dijo que habían llamado a la Policía», confesó a The Mirror.

Asegura que se ofreció a pagar al aterrizar, incluso en efectivo, pero la tripulación no aceptó. En cambio, les retiraron las tarjetas de embarque y, al llegar a destino, tres agentes subieron al avión. «No falté el respeto a nadie ni levanté la voz», afirmó Murray, quien fue llevada a un cajero para completar el pago.

Finalmente, fue informada de que no podrá volver a volar con Ryanair, una decisión que no lamenta: «Nunca volvería a volar con ellos».

Por su parte, la aerolínea explicó que la pasajera y su acompañante se comportaron de forma «disruptiva» y que «no hubo problemas con las terminales de pago con tarjeta a bordo de este vuelo, ya que ningún otro pasajero tuvo dificultades para realizar pagos». La Policía confirmó que se trató de una «disputa civil» y no tomó acciones legales.