La nube de cenizas originada por la erupción del volcán de Islandia y que ha provocado el colapso del tráfico aéreo en Europa podría disiparse «hacia el fin de semana» debido a un sistema de baja presión en el ámbito meteorológico que se mueve en dirección a esta isla noratlántica, según la Organización Meteorológica Mundial, y que se dirige hacia el Àrtico.
«Desde el punto de vista meteorológico, hacia el fin de semana, todas las indicaciones y predicciones son muy, muy positivas», explicó el experto Herbert Puempel, y añadió que la situación actual tiene «un montón de señales positivas para el próximo fin de semana».
El meteorólogo dijo que mientras la nube de cenizas se mueve hacia Canadá y Estados Unidos, ésta podría estar lo suficientemente baja sobre el océano como para no interrumpir los vuelos que atraviesan el Atlántico.
Los aeropuertos europeos comenzaron ayer a reanudar sus actividades. Los de Italia, Suiza y Francia volvieron a funcionar, aunque muchos vuelos siguen cancelados, y en Italia sólo despegaron unos pocos aviones por la mañana, la mayoría para realizar vuelos nacionales. En Hungría, Eslovenia y Moldavia también se reanudaron los vuelos.
Reino Unido
El Reino Unido pudo reanudar sus operaciones a partir de las 22.00 horas, aunque previamente se había advertido de que la erupción del volcán se estaba intensificando y que una nueva nube de cenizas se estaba extendiendo hacia el sur y el este, hacia Reino Unido.
Según la oficina meteorológica de Islandia, el volcán está emitiendo una menor cantidad de cenizas y más lava que antes, por lo que la nube se encuentra a menos altura.
También han estado cerrados los espacios aéreos de Finlandia, Polonia y algunas partes de Suecia e Irlanda. Alemania, por su parte, mantuvo las prohibiciones de vuelo hasta las 20.00 horas, con algunas excepciones.
Durante esta jornada cruzaron el espacio aéreo europeo unos 13.000 vuelos, menos de la mitad del tráfico de un martes normal, unos 28.000, según Eurocontrol.