CiU, PNV, ERC e ICV han manifestado al PSOE y al PP que sería «desastroso» que Enrique Múgica repitiera en el cargo de defensor del Pueblo durante otro mandato, por lo que solicitaron a los partidos mayoritarios que elijan a «alguien que no genere problemas y que respete el carácter autonómico del Estado».
El mandato de Enrique Múgica, de 78 años, como defensor del Pueblo finaliza el próximo mes de junio, después de permanecer en el puesto desde el año 2000. No obstante, Múgica ya ha expresado su voluntad de optar a un tercer mandato y renovar así por otros cinco años. Serán el PSOE y el PP, los únicos partidos que pueden sumar la mayoría de tres quintos que exige la ley para elegir al defensor, quienes decidirán si le ratifican en su puesto o si buscan un nuevo nombre.
La federación liderada por Artur Mas cree que Múgica «ha causado más problemas que soluciones» en sus diez años de mandato, entre otras cosas porque «es en buena parte responsable del lío con el Estatut» de Catalunya al haberlo recurrido al Constitucional.
Fricciones
Las mismas fuentes quieren que el nuevo candidato reconozca y defienda el carácter autonómico del Estado y «no que, como ha hecho Múgica, encabece manifestaciones» contra esta realidad. CiU cree que el nuevo defensor debe ser una persona de «reconocido prestigio», que no provoque «fricciones» y que, preferiblemente, «no sea del partido del Gobierno».
El PNV tampoco quiere a Múgica por ser «inadecuado para la credibilidad de la institución y para su buen funcionamiento». Los nacionalistas vascos opinan que debería haber un nuevo candidato con marcado carácter social y «con fuerte sensibilidad en la defensa de los derechos humanos».
El diputado de ERC, Joan Tardà, coincidió en que Múgica «actúa bajo ciertos resentimientos» y «ha demostrado ser un militante de la catalanofobia». «No es el perfil de que debe ser un defensor del Pueblo en una sociedad democrática madura», sentenció. «En los últimos años ha demostrado ser más un 'hooligan' que un demócrata», añadió Tardà.
Por su parte, el diputado de ICV, Joan Herrera, que intentó reprobar a Múgica en el Parlamento después de que éste recurriera el Estatut de Cataluña, aseguró que «sería un desastre» que saliera reelegido.