Rafael, junto al doctor Tomás Gómez. | Efe - JAVIER BARBANCHO

El paciente que el pasado 26 de enero se sometió en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla al primer trasplante facial realizado en Andalucía, recibió ayer el alta médico. La operación que duró 30 horas supuso la segunda de estas características que se ha realizado en España y la novena a nivel mundial.
Los directores de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados, y de la Unidad de Cirugía Maxilofacial del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, Tomás Gómez Cía y Juan David González Padilla, respectivamente, destacaron que Rafael, el paciente trasplantado, «ya está deglutiendo alimentos» triturados, si bien puntualizaron que no será «hasta dentro de unos tres meses aproximadamente», cuando pueda masticar «con completa normalidad».
Movilidad de la lengua
Los doctores también apuntaron que podrá tener «movilidad plena» de la lengua en los próximos tres meses y «podrá comenzar a mover los labios», algo que en la actualidad le impide hablar con claridad.
Rafael tuvo que ser intervenido porque debido a su enfermedad, una neurofibromatosis de tipo 1, se le extirpó «hasta dos tercios» de su estructura facial, que presentaba «gran cantidad de tumores benignos» que le deformaban su rostro y le generaban «problemas de visión» en su ojo derecho.
Gómez Cía y González Padilla explicaron que la complejidad de la intervención también derivó en el gran sangrado que se produjo como consecuencia de los vasos sanguíneos que existen en la zona y porque hubo que reimplantar tejido, nervios, vasos sanguíneos y hueso facial. Asimismo, enfatizaron la «extraordinaria» evolución del paciente, hasta el punto de que «distingue el frío y el calor y en el futuro se podrá hasta afeitar», un hecho que antes era imposible, «ya que debido a su enfermedad no le crecía la barba».
Por su parte, el paciente agradeció a la familia del donante «su gesto solidario», así como al equipo médico que lo ha tratado y su propia familia por el apoyo mostrado en todo momento. De igual modo, confió en que con su comparecencia ante los medios se ayude «en la promoción» de la donación, «anime» a otros enfermos en su situación a dar el paso para someterse a esta cirugía y «pueda volver a mi vida normal», en referencia al intenso seguimiento mediático que ha tenido desde que el pasado 26 de enero trascendiese esta operación. Rafael pidió que «se respete su derecho a la intimidad y a su vida privada».