La Bolsa española se mostraba incapaz de mantener el rebote en los primeros compases de la sesión.

La bolsa española bajó hoy el 2,27 por ciento y registró un nuevo mínimo anual al cerrar cerca de 9.600 puntos, por la desconfianza de los inversores sobre el sostenimiento de las finanzas nacionales y después de que la agencia de medición de riesgos Moody's pusiera en revisión la deuda de Portugal.

El índice de referencia del mercado nacional, el Ibex-35, perdió 223,90 puntos, equivalentes al 2,27 por ciento, la novena mayor caída del año, hasta 9.635,20 puntos, nivel similar al de mediados de julio pasado. Las pérdidas anuales aumentan al 19,3 por ciento.

Entre las principales plazas europeas y mientras el euro se negociaba a 1,286 dólares, París cedió el 1,44 por ciento; Londres, el 1,28 por ciento; Milán, el 1,27 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,9 por ciento, y Fráncfort, el 0,81 por ciento.

En el primero de los dos días de la huelga general griega, la bolsa española empezaba con ganancias moderadas pero no duraban demasiado. La caída del 2 por ciento de Wall Street el día anterior pesaba en el ánimo de los inversores.

Los buenos resultados de Societe Generale no impedían que la bolsa abandonara las ganancias poco después y se precipitara hacia el nivel de 9.500 puntos con una bajada cercana al 4 por ciento al continuar la desconfianza inversora sobre las finanzas nacionales.

Posteriormente la bolsa reducía sus pérdidas, a lo que ayudaban las previsiones de la Comisión Europea sobre el crecimiento de la UE, que crecían hasta el 1 por ciento -el PIB español caerá el 0,4 por ciento- y el mantenimiento de las ventas minoristas en la zona euro en marzo.

A mediodía, con la subida del petróleo Brent a 86 dólares por barril, la bolsa casi abandonaba sus pérdidas y volvía a los niveles de cierre de la víspera, pero el anuncio de Moody's de que ponía en revisión la calificación crediticia de Portugal incrementó la caída bursátil.

Al tiempo que se castigaba a la banca y la bolsa bajaba al mínimo del ejercicio durante la sesión, 9.505,70 puntos, descendía la cotización del euro de 1,3 a 1,28 dólares y el crudo bajaba de 86 a 82 dólares. De la reunión entre Zapatero y Rajoy se conocía su disposición a cambiar la Ley de Cajas de Ahorros.

La creación en los Estados Unidos de 32.000 puestos de trabajo en el sector privado el mes pasado no impedía que Wall Street abriera con pérdidas, ni las declaraciones del presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, que dijo que la especulación contra España era «irracional».

Al final de la sesión, después de conocerse el mantenimiento de la actividad en el sector servicios estadounidense el mes pasado y el aumento de las reservas de petróleo estadounidenses, Wall Street reducía su caída y la bolsa española recuperaba el nivel de 9.600 puntos.

Todos los grandes valores bajaron: BBVA, el 3,65 por ciento; Iberdrola, el 2,52 por ciento; Banco Santander, el 2,5 por ciento; Repsol, el 2,36 por ciento, y Telefónica, el 1,74 por ciento.

Banco Popular lideró los descensos del Ibex con una bajada del 4,91 por ciento, afectado por sus inversiones en Portugal, seguido de Banesto, que cedió el 3,73 por ciento, y de BBVA, en tanto que Ferrovial bajó el 3,61 por ciento; Acerinox, el 3,5 por ciento, y Bankinter, el 3,36 por ciento.

De los cuatro valores del Ibex con ganancias destacó la subida del 3,16 por ciento de Grifols, mientras que Telecinco subió el 2,59 por ciento por buenas previsiones de resultados; ArcelorMittal, el 0,92 por ciento, y Mapfre, el 0,09 por ciento.

En el mercado continuo destacó la caída del 10,13 por ciento de Sotogrande, mientras que CVNE presidió las ganancias con un alza del 7,42 por ciento.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subía nueve centésimas y se situaba en el 4,20 por ciento, en tanto que el efectivo negociado en el mercado continuo se situó en 9.883 millones, de los que 4.900 procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.