Varios miembros de los equipos de emergencias que participaron en el rescate de los supervivientes del accidente de Spanair del 20 de agosto de 2008 testificaron hoy ante el juez Javier Pérez a petición de la acusación popular que busca indicios para que afloren nuevas responsabilidades por la supuesta descoordinación entre AENA y los operativos de emergencias, tanto internos como externos, que participaron en el salvamento de las víctimas.

«Estamos buscando nuevos imputados porque hay muchos más responsables. Este país se va a horrorizar con lo que pasó si al final se consigue un juicio», aseveró en las puertas de los Juzgados la presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022, Pilar Vera.

Esta asociación, la única que se ha creado a raíz del fatídico accidente, solicitó el pasado 24 de marzo nuevas testificales para reactivar el procedimiento judicial al estar estancado desde hace meses. Así, se solicitó la comparecencia de dos bomberos del Ayuntamiento de Madrid; de un médico especialista que se trasladó en helicóptero; del jefe de Sala del 112 y de dos miembros del Organismo de Control y Coordinación de Spanair.

La presidenta de la asociación explicó a los periodistas congregados en las dependencias judiciales que de las declaraciones se podrían derivar nuevas imputaciones, así como la petición al juez de crear un órgano pericial médico que investigue qué ocurrió durante el rescate. Por ahora, están imputados dos técnicos de Spanair como responsables de 154 homicidios imprudentes y 18 lesiones imprudentes.

Conocer la verdad

Vera insistió en que las víctimas quieren conocer la verdad sobre lo que pasó «antes, durante y después» del siniestro para que «la muerte de esas 154 personas no sea en vano». «Si sirve para saber la verdad nos tragaremos el dolor», añadió y denunció que «aquí nadie está haciendo nada».

«Las personas que no cumplieron con su deber y actuaron de forma negligente deberán venir aquí a explicar lo que hicieron mal», aseguró Vera, quien se mostró «contenta» con el resultado de las comparecencias al extraerse datos que serán relevantes para que «el proceso tome cuerpo» y «al final hacer el puzzle de lo que pasó».

Sin embargo, muchos abogados que defienden a víctimas que no forman parte de la asociación consideraron que de las declaraciones no ha salido «nada reseñable» ni «ningún dato» nuevo que pudiera concluir en nuevas imputaciones judiciales.

Algunos de los supervivientes quisieron acompañar esta mañana a la presidenta de la asociación y al abogado que les representa, Esteban Mestre. En los pasillos de los juzgados, uno de ellos denunció que los equipos de emergencias del aeropuerto de Barajas «no estaban equipados» y que se gestionó mal la ayuda externa para que funcionara de forma eficaz.

Recomendaciones

Respecto a las comparecencias, el miembro del organismo de control que estaba de guardia el día del accidente relató al juez que recibieron una llamada del piloto cuando el avión se encontraba en la cabecera de pista, siendo alertados del calentamiento de la sonda del RAT.

Según su declaración, recomendaron al piloto que desconectara el breaker --uno de los fusibles-- para resetear el sistema, pero que al no funcionar el piloto decidió avisar a los técnicos de mantenimiento para solventar la incidencia en el hangar.

Por su parte, el jefe de sala del 112 explicó al magistrado la cronología de las primeras llamadas que dieron lugar a que se activase el plan de emergencias. La primera persona que contactó con el 112 fue un trabajador de una obra que se estaba realizando en Paracuellos del Jarama, mientras que acto seguido recibieron llamadas de dos conductores.

Asimismo, el bombero del Ayuntamiento de Madrid que testificó insistió en que todo el personal de emergencias hizo todo lo que estuvo en sus manos y evitó pronunciarse sobre si hubo fallos de coordinación. «La actuación se resolvió como mejor se pudo. No se puede hablar de coordinación en un accidente de este características», aseveró.

Bolsa de hielo

Por otro lado, los técnicos de mantenimiento imputados en el caso Spanair utilizaron una bolsa de hielo para bajar la temperatura de la sonda del RAT en el vuelo siniestrado JK5022, como adelantó hoy la Cadena SER y confirmaron fuentes jurídicas.

Este hecho se desprende de una de las conversaciones contenidas en una de las cajas negras del avión accidentado. Según el diálogo, en el interior de la cabina una tercera persona se quejó de la reparación que realizaron los técnicos de mantenimiento para arreglar el problema del calentamiento de la sonda quitando el relé.