Los 22 procesados en el caso Udalbiltza-Kursaal, que serán juzgados en la Audiencia Nacional. | Efe - Javier Etxezarreta

Un grupo de ocho históricos presos de ETA, alejados ahora de la organización, han suscrito una carta en la que plantean nuevos «pasos» para construir un proceso de paz en el País Vasco, entre los que destaca la necesidad de «reconocer y reparar» los daños causados a las víctimas del terrorismo.
Entre los firmantes de la misiva se encuentran históricos ex integrantes de la banda armada, como Carmen Gisasola, Joseba Urrusolo Sistiaga, Kepa Pikabea y Rafael Caride Simón. El resto de suscriptores de la misiva son Andoni Alza Hernández, Koldo Carrasco Aseginolaza, Fernando de Luis Astarloa y Josu García Corporales.
Algunos de estos reclusos mantienen una posición crítica con la dirección de ETA desde hace más de una década, motivo por el que abandonaron la disciplina del colectivo de presos de la organización terrorista, que posteriormente anunció su expulsión de la banda.
Tras recordar que llevan «muchos años planteando la necesidad de poner fin a la lucha armada y de avanzar por vías exclusivamente pacíficas y democráticas», este grupo, que firma como «presos comprometidos con el irreversible proceso de paz», explica que han empezado a «dar pasos concretos en ese sentido».
Creen que «hay que plantear el tema de las víctimas y el reconocimiento-reparación de los daños causados», una cuestión «delicada», por lo que «no se debe plantear como un nudo que bloquee». «Pero debemos asumirlo como un acto de reconocimiento de las consecuencias del conflicto, tal y como lo asumieron en los acuerdos de paz de Suráfrica e Irlanda», agregan.
Los ocho reclusos apuestan por «empezar a abrir espacios de entendimiento y acercamiento entre las personas para facilitar la comunicación que ayude a crear un clima favorable a la superación de las heridas creadas por tantos años de conflicto».
Abogan por superar la «mentalidad» que ha impedido a los presos de ETA acogerse a beneficios penitenciarios, ya que «sigue siendo un tema tabú el poder salir de permiso, en tercer grado o en libertad condicional».
Algunos de los firmantes, como Urrusolo Sistiaga, histórico del 'comando Madrid'; Gisasola, jefa de los comandos de ETA en los 80, y Caride Simón, condenado como autor del atentado de Hipercor en 1987, han sido recientemente trasladados a la cárcel de Nanclares de Oca, en Àlava, por sus conocidas posiciones en contra de la estrategia de ETA.