ETA perdió ayer de una sola tacada a su 'número uno', Mikel Carrera, 'Ata', y a quien iba a sustituirle si era detenido, su lugarteniente en el 'aparato militar', Arkaitz Agirregabiria.
En una operación en Bayona, a pocos kilómetros de la frontera, la policía francesa, en colaboración con la Guardia Civil y el CNI, arrestó a los dos dirigentes de ETA, que estaban acompañados de la huida Maite Aranalde y del francés Benoit Aramendi, que les daba cobijo.
Los cuatro estaban reunidos en un apartamento y «estaban trabajando en lo suyo, no rezando el rosario», según el titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que considera que este nuevo golpe es «más importante» que la caída de Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', en noviembre de 2008.
«Desde el punto de vista operativo, el traspié de la banda es importante, se ha detenido a su jefe y al que le iba a suceder», dijo Rubalcaba, que insistió en que Carrera era «el objetivo principal» de las Fuerzas de Seguridad.
Agente francés
Agirregabiria, entretanto, era «la persona más buscada» por los servicios antiterroristas franceses por su presunta participación en el tiroteo que costó la vida al policía galo Jean-Serge Nerin. El lugarteniente y 'mano derecha' de Carrera se encargaba del adiestramiento de los comandos terroristas que iban a pasar a España.
La detención de la cúpula se produce exactamente dos años después de la caída del entonces 'número uno', Francisco Javier López Peña, alias 'Thierry', el 20 de mayo de 2008 en Burdeos. Desde entonces, la banda terrorista ha visto como descabezaban su cúpula en seis ocasiones.
Carrera, que asumió la dirección del 'aparato militar' tras la detención de 'Txeroki', es, según Interior, el «autor intelectual» del traslado de explosivos a Portugal, el atentado con furgoneta-bomba contra la casa-cuartel de Burgos o el asesinato con una bomba-lapa de dos guardias civiles en Palmanova en julio pasado.