Los gobiernos de las comunidades autónomas de Andalucía y Extremadura decidieron ayer revisar los tramos del IRPF y gravar más las rentas más altas, a partir de 60.000 euros (Extremadura) y 80.000 euros (Andalucía), en tramos crecientes que alcanzan una presión fiscal en hasta tres puntos superior a la vigente en la actualidad. Se suman así a la iniciativa anunciada la semana pasada por el Govern balear.
Además, el Gobierno andaluz creará un impuesto sobre los depósitos de las entidades de crédito con presencia en la región, que oscilará entre el 0,3 y el 0,5%, anunció el presidente de la Junta, José Antonio Griñán. El Gobierno andaluz creará a partir de 2011 tres nuevos tramos en el IRPF autonómico, uno de ellos para bases liquidables de entre 80.000 a 100.000 euros, que tributarán al 22,5%; el segundo entre 100.000 y 120.000 euros, que tributará al 23,5%, y el último para las rentas superiores a los 120.000, que tendrán que tributar al 24,5.
Seis medidas
Junto a esta subida impositiva, el presidente de la Junta ha anunciado otras seis medidas más, una ellas centradas en el sector financiero. Para ello, se creará el Impuesto de los Depósitos en las Entidades de Crédito de Andalucía, un impuesto gravará la reserva de depósitos en la entidades con presencia en la comunidad.
El presidente ha adelantado también la aplicación del denominado «céntimo sanitario», ya en vigor en otras comunidades, que supondrá regular el tramo autonómico del Impuesto sobre Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos.
La Junta de Extremadura subirá en 2011 el tramo autonómico del IRPF a las rentas superiores a 60.000 euros en un porcentaje del 0,5%, que se incrementará hasta el 3% en el caso de aquellas de más de 120.000 euros, además de aumentar en un 15% el Impuesto sobre los Depósitos Bancarios. Así lo ha anunciado esta tarde el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara.