La titular del juzgado número 10 de Barcelona decretó ayer prisión provisional comunicada y sin fianza para el ex presidente del Palau, Fèlix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, después de que declararan como imputados en el caso del hotel del Palau. El fiscal de Urbanismo, Antoni Pelegrín, les acusa de delitos continuados de tráfico de influencias y apropiación indebida en relación con la operación urbanística para construir el hotel del Palau -que finalmente se paralizó- y no descartó nuevas imputaciones o que aparezcan evidencias de nuevos delitos.
La juez considera un «apreciable riesgo de ocultación, alteración o destrucción de las fuentes de pruebas relevantes» y obvia capacidad para influir sobre otros posibles imputados o testigos. Además, en el auto justifica la medida porque la clarificación de lo ocurrido puede quedar obstaculizada por la actuación de los imputados.
Riesgo de fuga
La Fiscalía pidió prisión incondicional sin fianza porque cree que existe riesgo de fuga, pese a tener otra causa abierta y no haber huido, y por considerar que pueden interferir en los testigos citados a partir de la semana que viene ante la juez, informaron fuentes jurídicas.
Según la querella de la Fiscalía, Millet y Montull hicieron valer, «de manera especial e intensa, la posición que sus cargos les otorgaban», así como su posición dentro de la sociedad civil y política catalana, para llegar a los altos responsables del Govern y del Ayuntamiento y conseguir la permuta de la calificación entre dos terrenos necesaria para construir el hotel.