Así, el índice de referencia del mercado español, el Ibex-35, perdió 158,30 puntos, equivalentes al 1,57 por ciento, hasta 9.894 puntos, nivel desconocido desde hace algo más de un mes. Las pérdidas anuales aumentan al 17,14 por ciento.
Antes de la apertura de la bolsa española, los inversores desayunaban con los rumores sobre una intervención del Banco de Japón para depreciar el yen y con las declaraciones de la autoridad monetaria estadounidense que negaban la probabilidad de una nueva recesión.
El mercado nacional iniciaba la jornada con pérdidas moderadas que le acercaban al nivel de 10.000 puntos afectado por la rebaja de la calificación crediticia de Irlanda, así como por las pérdidas de las plazas europeas, de Tokio esta madrugada, el 1,66 por ciento, y de Wall Street en la víspera, el 1,3 por ciento.
El aumento de la confianza empresarial alemana -índice IFO- conseguía que la bolsa española abandonara las pérdidas y registrara ganancias durante un rato. La cotización del euro superaba 1,27 dólares.
La revisión del PIB español del año pasado, que cayó el 3,7 por ciento, una décima más de lo publicado inicialmente, y la subasta de deuda en Portugal no incidían demasiado en la bolsa, que perdía el nivel de 10.000 puntos a mediodía.
Antes del comienzo de sesión en Wall Street y mientras se aprobaba una especie de fondo de garantía de depósitos para los bancos en Alemania, la bolsa descendía hasta 9.900 puntos.
La subida del 0,3 por ciento de los pedidos de bienes duraderos en julio en los Estados Unidos, menos de lo previsto, empujó a la bolsa española bajo ese nivel.
La caída moderada de Wall Street en la apertura se incrementó con la publicación de la caída del 12,4 por ciento de la venta de viviendas nuevas en los Estados Unidos el mes pasado, lo que arrastró momentáneamente a la bolsa española por debajo del soporte -nivel que frena las caídas- de 9.800 puntos.
Al final de la sesión, el mercado neoyorquino reducía sus pérdidas y el petróleo, que se cotizaba a menos de 72 dólares por barril por el aumento de las reservas estadounidenses, se recuperaba y la bolsa española cerraba al borde de 9.900 puntos.
Todos los grandes valores cayeron: BBVA, el 2,79 por ciento; Banco Santander, el 2,29 por ciento; Iberdrola, el 1,88 por ciento; Repsol, el 1,79 por ciento, y Telefónica, el 0,76 por ciento.
La mayor caída del Ibex correspondió a Mapfre, el 4,01 por ciento, mientras que Gamesa bajó el 3,59 por ciento, y Telecinco, el 3 por ciento.
Seis compañías del Ibex acabaron con ganancias, muchas de ellas posibles beneficiarias de un plan extraordinario de infraestructuras. Ferrovial lideró la lista con un alza del 3,18 por ciento, seguida de OHL, que avanzó el 0,94 por ciento, y de Abertis, con un repunte del 0,64 por ciento.
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