La preocupación por el paro sigue creciendo entre los ciudadanos y, aunque no llega a los máximos alcanzados hace unos meses, todavía un 78,4 por ciento de los encuestados lo mencionan como el principal problema que afecta a España, por delante de la situación económica y la clase política.

Así se desprende del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) elaborado entre el 3 y el 13 de septiembre pasados, y que fueron dados a conocer ayer, en el que la inquietud por la inmigración sube tres puntos en comparación con el anterior sondeo.

Según la encuesta -que este mes dedica un apartado completo a preguntar sobre las familias-, mejora ligeramente la confianza ciudadana en la situación económica, ya que un 70,3 por ciento de los preguntados piensan que es «mala» o «muy mala», frente al 74,4 por ciento que reflejaba el anterior barómetro.

Optimismo

También hay mayor optimismo respecto al futuro de la situación económica, ya que si en el barómetro anterior, correspondiente al mes de julio, un 30,8 por ciento de los encuestados opinaba que dentro de un año la situaría sería peor, en la encuesta dada a conocer ahora son un 28,8 por ciento quienes mantienen esa misma opinión.

El paro, por tanto, sigue creciendo como el principal problema de España según los encuestados, ya que un 78,4 por ciento lo menciona en primer lugar mientras en los dos anteriores barómetros era más bajo.

Con todo, este porcentaje no llega a los máximos de hace unos meses, por ejemplo en marzo de 2010, cuando un 82,9 por ciento de los ciudadanos lo señalaban como su mayor preocupación.

Después del desempleo, entre los asuntos que inquietan a los ciudadanos están los problemas de índole económica -un 48,2 por ciento de los encuestados así lo mantienen-, una cifra inferior a las de anteriores sondeos, ya que desde antes del verano se superaba el 50 por ciento.

Tras la economía, la clase política se sitúa como tercer problema -así lo opinan un 19,8 por ciento de preguntados, cifra también en descenso-.

Futuro económico

Y después de esta inquietud aparece la inmigración, que sube tres puntos desde el último sondeo: pasa de un 12,4 por ciento a un 15,4 por ciento.

Respecto al futuro de la economía, los ciudadanos confían algo más en la mejora de cara al año próximo, después del máximo anual que se registró en el barómetro de junio: ese mes un 35,7 por ciento de los encuestados pensaba que la situación iría a peor, y en este último sondeo se sitúa en un 28,8 por ciento.

En todo caso, la coyuntura económica sigue teniendo muy malas calificaciones, ya que un 70,3 por ciento de los preguntados opinan que es «mala» o «muy mala».

Respecto a la situación política, un 63,3 por ciento de los ciudadanos cree que está «mal» o «muy mal», y un 22,5 por ciento de ellos vaticina que estará peor dentro de un año.