El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez y la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, durante la rueda de prensa que ofrecieron hoy en Madrid para informar sobre la reforma de las políticas activas de empleo. | Maria Nadal

El programa de reinserción laboral que sustituirá a la ayuda extraordinaria de 426 euros a parados sin ingresos, y que en Balears afectará a 4.000 desempleados, sólo se concederá cuando el desempleado de larga duración tenga una «absoluta carencia de rentas», y estará vinculada «estrechamente a formación».

Así lo han explicado en rueda de prensa el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, y la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, quienes han señalado que este nuevo programa nace con vocación de estabilidad, y no de manera coyuntural, como sucedió con los 426 euros.

Gómez y Rodríguez han precisado que el Gobierno ha decidido eliminar los 426 euros (ayuda que se denomina formalmente Prodi) porque el contexto económico y laboral «está empezando a cambiar» y el empleo está mostrando un mayor dinamismo, como demuestra el hecho de que se haya creado empleo neto durante dos trimestres consecutivos.

La otra razón por la que el Gobierno ha optado por suprimir los 426 euros (programa del que se han beneficiado hasta ahora 800.000 personas, con una inversión de 1.400 millones de euros), es que se quiere pasar de una política pasiva a una activa, es decir, que anteponga la formación y la recualificación profesional a cualquier ayuda de carácter económico.

Eso no impedirá que quien realmente necesite una ayuda económica la reciba, aunque el ministro y la responsable de Empleo no han querido cuantificarla porque dependerá de la negociación con los agentes sociales y las comunidades autónomas.

Lo que sí han precisado es cómo se financiará este nuevo programa. De una parte, la financiación procederá del ahorro que se espera que se produzca en el programa de bonificaciones a la contratación en 2011 después de ser modificado en la reforma laboral.

Pero la mayor parte de la financiación vendrá de la reorientación de los actuales programas de políticas activas de empleo, dotados con 2.300 millones de euros para 2011, y del adelanto de fondos procedentes del Fondo Social Europeo (FSE) previstos para 2012 y 2013.

Cuota de reserva en acciones formativas

Los programas de reorientación y formación incluidos en esta nueva iniciativa estarán vinculados a los sectores económicos que más están creciendo, como las energías alternativas, el medio ambiente o las nuevas tecnologías.

Dos de cada tres beneficiarios de los 426 euros, ha explicado el ministro, proceden de la construcción, el sector inmobiliario, los servicios a empresas y el comercio, y casi el 60% de ellos son peones de la construcción, de la industria y trabajadores de la restauración. Además, muchos tienen una educación de nivel secundario y poca flexibilidad para adaptarse a otros sectores.

Se trata, pues, de darles una oportunidad a todos ellos para reubicarles en sectores de futuro mediante acciones formativas y de recapacitación profesional, según han explicado ambos.

Para ello, los nuevos 1.500 promotores de empleo que se incorporarán en febrero a los servicios públicos de empleo tendrán como «prioridad» atender de manera personalizada y específica a los parados de larga duración que hayan agotado sus prestaciones.

Asimismo, en todas las acciones formativas de 2011 habrá una cuota de reserva para recualificar a los desempleados que hayan consumido toda su protección.

Intentar llegar a un acuerdo sobre las pensiones

Por otro lado y en relación a la reforma de pensiones, el ministro ha reconocido que aunque el margen de acuerdo es «estrecho», el Gobierno tiene la obligación de intentar lograr un consenso tanto con los agentes sociales como en el Parlamento.

«Aunque los márgenes pueden ser estrechos, existen y el Gobierno tiene que explorarlos», ha destacado.