El PSOE ha rechazado que la ministra de Cultura, Angeles González Sinde, deba dimitir por haber sido derrotada la disposición final de la Ley de Economía Sostenible (LES) que permitiría cerrar páginas de Internet por vulnerar la propiedad intelectual. Los socialistas seguirán intentando una regulación equilibrada en este campo, ya sea en el Senado, donde la LES debe debatirse de nuevo, o por otras vías.

La secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, ha asegurado que la ministra es «quien ha intentado por todos los medios una posición equilibrada entre la protección a los creadores y el derecho de los ciudadanos a consumir productos culturales». «Y quien ha buscado eso no es quien debe dimitir», zanjó, ante las peticiones de cese llegadas desde diversos sectores, entre ellos el PP.

Según explicó, y pese a la derrota de este martes en el Congreso, el PSOE va a seguir intentando sacar adelante su posición para revisar esta legislación que tiene más de 20 años. «Vamos a defender y proteger la propiedad intelectual sin mermar en absoluto la libertad de los ciudadanos y su derecho a consumir cultura», proclamó.

TODAS LAS HERRAMIENTAS LEGALES

Para ello, según reconoció, está la tramitación de la ley de Economía Sostenible en el senado, pero admitió que también «hay otras opciones». «Vamos a trabajar con todas las herramientas legales disponibles», enfatizó.

Elena valenciano ha destacado que, para ponderar intereses diversos e incluso divergentes, se necesita contar con el primer partido de la oposición, «que, en el fondo, aparentemente estaba de acuerdo».

Sin embargo, cree que el PP está en un «doble juego de nadar y guardar la ropa» y que «su única voluntad ha sido bloquear la ley». «Están en el típico juego de bloqueo contra el Gobierno, votando incluso de sus propias enmiendas», aseveró.

Y es que, según ha revelado, el PSOE ofreció al PP, como última alternativa para salvar algún tipo de regulación, apoyar las enmiendas del Grupo Popular, a lo que lo que, asegura Valenciano, el PP se negó. Al final, las enmiendas del primer partido de la oposición fueron rechazadas con los votos socialistas.