El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo hoy en cuatro décimas su proyección de déficit público para España, que según el organismo será del 6,2 % del Producto Interior Bruto (PIB) este año, frente al 6,6 % que preveía en enero.

El FMI espera que el desequilibrio presupuestario sea del 5,6 % en 2012, también cuatro décimas menos.

El Gobierno español prevé que el desequilibrio presupuestario baje al 6 % en 2011, al 4,4 % al año siguiente y que regrese al límite del 3 % en 2013.

El Fondo destaca en su «Informe sobre Vigilancia Fiscal» publicado hoy que España será, junto con Eslovaquia, la economía avanzada que más reducirá el déficit público en 2011.

Pese a los avances de países como España, el Fondo afirma que los riesgos que afectan a la sostenibilidad fiscal siguen siendo «elevados», ya que los avances en algunas regiones se han visto contrarrestados por demoras en la consolidación fiscal en otras.

El organismo menciona, en ese sentido, que la mayoría de las economías avanzadas están reduciendo sus déficit fiscales este año, pero recuerda que EEUU ha dejado «en suspenso» el ajuste y los planes de Japón se han visto alterados por el terremoto de marzo.

Europa, por el contrario, está ajustando sus cuentas, según el FMI, que anticipa que el déficit en la zona euro registre una fuerte caída debido a la retirada de las medidas de estímulo puestas en marcha durante la crisis.

Según las estimaciones del FMI, el déficit público de la zona euro será del 4,4 % este año y del 3,6 % el que viene, dos y cuatro décimas menos respectivamente de lo que la entidad había pronosticado en enero.

El estudio hace alusión también al menor impacto de los estabilizadores automáticos, como se denomina a aquellos componentes de los presupuestos públicos, tanto por el lado de los gastos como de los ingresos, que responden de forma autónoma a las fluctuaciones cíclicas de la actividad económica.

El informe destaca entre las medidas acometidas para atajar el déficit público en Europa la ampliación de la base fiscal en Alemania, la congelación salarial en Italia, las reformas de los sistemas de pensiones en Francia y España y los recortes del gasto y el aumento del IVA en el caso español.

El análisis del FMI recuerda, además, que Grecia, Irlanda y Portugal han adoptado medidas adicionales de consolidación para mejorar la credibilidad de sus planes contra la crisis.