Alrededor de 110 personas «indignadas» por la situación política y social han dormido en la segunda noche de acampada protesta de la plaza de España de Palma, después consensuar ayer en una multitudinaria asamblea el borrador de un manifiesto en el que piden «una revolución ética y de valores».

La céntrica plaza aparecía de nuevo esta mañana cambiada respecto a su habitual día a día, con numerosos sacos de dormir y esterillas desperdigados bajo la estatua de Jaime I y un corro de medio centenar de jóvenes en el centro reunidos en asamblea.

Según los participantes consultados por Efe, han dormido al raso 110 personas, «un éxito» y más del doble que la primera noche, aunque la mitad se había tenido que marchar a primera hora rumbo a sus trabajos o clases.

Ayer noche, alrededor de 300 «indignados», sobre todo jóvenes pero también algunos mayores, participaron en una asamblea abierta en la que se debatió sobre política, economía, educación y justicia, siempre dejando clara la no filiación del movimiento a ningún partido ni sindicato.

Este es precisamente uno de los puntos del manifiesto que sus participantes consensuaron, votado entre los presentes a mano alzada y que pide un cambio en el sistema electoral hacia la premisa «un voto, una persona».

El borrador del manifiesto condena el sistema económico actual, propone «castigar a los culpables de la crisis», diferencia entre economía productiva y especulativa y entre políticos honestos y corruptos, y propone eliminar los paraísos fiscales.

«No puede ser que los partidos se financien con nuestros presupuestos», reza otro de los puntos del manifiesto, que también pide la no criminalización de los movimientos sociales y reclama que no se saque provecho de la destrucción del territorio.

Los «indignados» por la gestión de la crisis pretenden seguir en la plaza de España hasta el domingo, jornada electoral, aunque están muy pendientes de lo que hoy diga hoy la Junta Electoral Central sobre las concentraciones derivadas del Movimiento 15-M, después de que ayer juntas provinciales las prohibieran en varias regiones, entre ellas Madrid, donde miles de personas acudieron a la puerta del Sol.

Mientras, los movilizados en Palma mantienen en la plaza una mesa informativa, una biblioteca popular y un quiosco de prensa, rodeados de numerosos carteles con eslóganes como «Nuestros sueños no caben en sus urnas», «Corrupción, su silencio les hace cómplices» y «Vivo en un país en el que se puede acampar para ver a Justin Biener, pero no para defender tus derechos».

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Otros elementos «decoran» el espacio, como un tanque de cartón con billetes de euro saliendo de su cañón, una soga y hasta un aro gigante en el que se insta a no pasar por él.

En el suelo, un mural de papel recoge los sentimientos de los «indignados» con frases como «La democracia es del pueblo, no de los bancos», «Por todos los nadies del mundo», «Queremos un gobierno que mande obedeciendo» o «No está escrito en ninguna parte que estemos obligados a elegir entre lo mismo y lo mismo».

Madrid

En Madrid, unas 400 personas han amanecido este jueves en el campamento levantado en la Puerta del Sol, con motivo de las movilizaciones del 15 de mayo, tras pasar toda una noche con la lluvia sobre sus cabezas, que, entre otras cosas, les ha obligado a estar achicando agua y quitando barro durante horas.

A las 7 horas, con los primeros rayos del sol, los acampados han empezado a levantarse después de una noche más larga que la del pasado martes, pues la lluvia no ha cesado y les ha impedido realizar con relativa comodidad las tareas que hasta el momento venían haciendo como parte de su organización.

De hecho, las asambleas de la noche las han tenido que suspender hasta las 12 horas de este jueves porque al llover, y querer reunirse todos bajo las pocas lonas que hay, les ha sido imposible sentarse todos «bajo el mismo techo» en corro, manera habitual en la que se están reuniendo estos días.

Así, ya en la madrugada de este tercer día de campamento, han tenido que pedir ayuda para que les enviaran material y reestructurar la zona de acampada. Eran necesarias más lonas, cuerdas, plásticos, palos y mantas porque se estaban resguardando de la lluvia con techos «muy precarios», en palabras de los asistentes.

A pesar de la prohibición de la Junta Electoral Provincial de la concentración en Sol convocada para la tarde de ayer, los ciudadanos acudieron de forma masiva y volvieron a llenar la Puerta del Sol ofreciendo una imagen muy similar a la que se puede apreciar cualquier Nochevieja durante las campanadas.

Aunque empezó a llover pronto, a medianoche todavía resistía un elevado número de manifestantes, que se fue reduciendo a medida que pasaba el tiempo y que se quedó en ese medio millar de personas que, al igual que la noche anterior, con sacos y esterillas estaban dispuestos a pasar la noche.

La intensa presencia policial de primeras horas de la tarde se redujo a medida que pasaba la noche, y a estas horas, sólo unos cuantos agentes velan por que en la acampada, que en todo momento se ha desarrollado de forma pacífica, no se provoquen incidentes.