El rey Juan Carlos comentando con los periodistas la especulación sobre su estado de salud, en una imagen de archivo. | Efe

El jefe de relaciones con los medios de comunicación de la Casa del Rey, Ramón Iribarren, ha pedido «disculpas» por la propuesta de negar la entrada de los redactores a los actos de la Familia Real con una cobertura exclusivamente gráfica y ha asegurado que todo continúa en la situación anterior a ese anuncio.

El viernes pasado la Casa Real precisó por vez primera en la agenda semanal de los actos oficiales de la Familia Real que las audiencias que tendrían lugar en el Palacio de la Zarzuela y en el del Pardo tendrían cobertura exclusivamente gráfica por lo que no se permitiría el acceso de los redactores. Ante la sorpresa que causó esa decisión entre los medios de comunicación, el mismo viernes, un portavoz del Palacio de la Zarzuela apuntaba la posibilidad de que esa decisión fuera revisada.

De hecho, el veto de los redactores en los actos gráficos nunca llegó a ejecutarse, ya que aquellos que se presentaron el lunes en el Palacio de la Zarzuela para cubrir las distintas audiencias, que tenía previstas el Príncipe de Asturias pudieron acceder sin problemas a la toma de imágenes previa al acto junto a sus compañeros gráficos, esto es fotógrafos y cámaras de televisión.

Acreditación

En un encuentro este miércoles en el Palacio de la Zarzuela entre los periodistas, que habitualmente siguen a la Familia Real, y los servicios de prensa de la Casa de Rey, Iribarren ha confirmado que el acceso de la prensa a los actos exclusivamente gráficos «sigue en la misma situación, que antes del anuncio del viernes».

De esta manera, los redactores que previamente se hayan acreditado podrán seguir accediendo a los actos que, como las audiencias, están pensados para que tengan una cobertura fundamentalmente gráfica.

El anuncio del viernes de negar la entrada a los redactores se produjo tan solo unos días después de que el Rey mostrara su enfado con las especulaciones sobre su estado de salud difundidas por algunos medios de comunicación ante los periodistas que se habían acercado a cubrir una de sus audiencias en el Palacio de la Zarzuela y que le preguntaron cómo se encontraba, un día después de que se anunciara que le iban a operar de la rodilla derecha.