Francisco Camps, en su despedida a los diputados de su partido en las Cortes valencianas. | Efe

El expresident de la Generalitat valenciana Francisco Camps entrará a formar parte del Consell Jurídic Consultiu (CJC), tal y como prevé el estatuto de expresidentes, una decisión que ha sido duramente criticada por todos los grupos de la oposición.

Fuentes cercanas a Camps han afirmado que el expresident ya ha solicitado su ingreso en este órgano consultivo como miembro permanente, sin límite temporal y con funciones vitalicias, lo que le permite actuar con voz pero sin voto en el Consell Jurídic Consultiu.

Los miembros del CJC están sometidos al régimen de incompatibilidades establecido con carácter general para los altos cargos de la Administración, por lo que el expresident mantendrá su escaño en Les Corts Valencianes, pero renunciará al sueldo que cobra de esta institución.

Francisco Camps, quien dejó la Presidencia de la Generalitat tras su procesamiento en la conocida como 'causa de los trajes' del 'caso Gürtel', ocupa ahora el escaño que dejó vacante Alberto Fabra, quien le sustituye en el cargo, y se sienta en la tercera fila, entre las alcaldesas de Valencia y Alicante.

El actual president, Alberto Fabra, afirmó ayer que no sabe si su antecesor en el cargo abandonará su escaño como diputado 'popular' en el Parlamento valenciano, pero indicó que respaldará «cualquier decisión» que tome.

Por otra parte, la portavoz adjunta del PSPV-PSOE en Les Corts Carmen Ninet se mostró convencida de que Camps intenta «tutelar y controlar» a su sucesor desde el CJC, y le preguntó a Fabra si sabe que este órgano «ha de informar todas las resoluciones» del Gobierno autonómico.

Desde Compromís, la diputada Mónica Oltra consideró una «desfachatez» la «prisa» con que Camps ha reclamado «sus privilegios como expresidente», y recordó que su grupo ha presentado una proposición de ley para que los condenados por casos de corrupción «no puedan acogerse a ninguno de los privilegios de que ahora disfrutan».

La coordinadora de EU y portavoz parlamentaria, Marga Sanz, cree que Camps «tiene que apartarse definitivamente de cualquier institución pública», y ve «vergonzoso» que en lugar de eso, reclame «condiciones y privilegios como expresidente, los cuales no solo no tendría que pedir él, sino ninguno de los expresidentes».