El presidente del Gobierno español y el rey de Marruecos, Mohamed VI, ayer en Rabat. | Carlos Montes de Oca

Rabat ha sido el destino elegido por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para iniciar su primer viaje en el extranjero. Allí se presentó ayer como «amigo de Marruecos» ante su colega marroquí, el islamista moderado Abdelilá Benkirane, al cual ofreció una interlocución «fluida». El primer ministro marroquí, que auguró unas relaciones «difíciles» con Rajoy, dice haber descubierto en él a una persona «simpática, amable y muy capacitada» para gobernar.

Rajoy llegó ayer a las 10:50 horas al aeropuerto de Rabat. Allí le esperaba a pie de pista Benkirane, que le saludó nada más bajar la escalerilla del avión. Juntos pasaron revista a un destacamento de la Fuerza Aérea marroquí, que interpretó una marcha militar. No sonaron, en cambio, los himnos nacionales de los dos países.

Tras mantener una reunión de más de una hora, Rajoy expresó en una declaración conjunta, en la que no se admitieron preguntas, que se presentaba en Rabat como un «amigo de Marruecos», donde quiere abrir «una nueva etapa» en las ya intensas relaciones bilaterales entre ambos países.

Conocimiento mutuo

Y es que, a su juicio, estas relaciones se pueden profundizar aún más en el plano económico y mejorando el «conocimiento mutuo» de ambas sociedades con intercambios universitarios. Por ello, Rajoy avanzó su intención de mantener una interlocución «fluida» con el Gobierno marroquí.

Ambos líderes, asimismo, acordaron celebrar después del verano la X cumbre bilateral entre ambos países -la última tuvo lugar en 2008-. Antes habrán de producirse distintas visitas e intercambios entre los ministros de cada Gobierno.

Además del encuentro con Benkirane, que le ofreció un almuerzo en la Casa de Huéspedes Reales, Rajoy fue recibido en audiencia por Mohamed VI, quien, a lo largo de la media hora que duró el encuentro, habló en castellano, según fuentes gubernamentales españolas presentes en la reunión.

El hecho de que sea Benkirane y no el rey el que ofrezca un almuerzo a Rajoy constituye toda una novedad por parte de Marruecos y se debe, explican fuentes de Moncloa, a la entrada en vigor de la nueva Constitución del país, que refuerza el papel del jefe de Gobierno.

Benkirane agradeció que Rajoy haya mantenido la tradición de viajar a Marruecos antes que a cualquier otro país, y señaló que la reunión con él se caracterizó por el intercambio de ideas en un clima de «sinceridad y espontaneidad».