El periodista navarro Guillermo Nagore.

De Finisterre a Jerusalén, más de 7.000 kilómetros a pie son los que tiene previsto recorrer el periodista navarro Guillermo Nagore, dentro de una aventura personal que ha adquirido una dimensión especial al tener como objetivo sensibilizar a la sociedad en torno al Alzheimer.

Y es que un sueño, que un día le llevó a plantearse recorrer el Camino de Santiago al revés, ha pasado a convertirse en un proyecto auspiciado por la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), denominado «La Memoria es el Camino».

En una entrevista a Efe, Nagore habla de un viaje que, si nada lo impide, comenzará el próximo 1 de marzo en el faro de Finisterre y que, tras recorrer unos 7.050 kilómetros y atravesar catorce países, concluirá unos diez meses después en la Ciudad Santa.

Por el Camino del Norte, atravesará Galicia, Asturias, Cantabria y la Comunidad Autónoma Vasca, para desde Irún, por el Camino baztanés, dirigirse a Pamplona y luego por el Camino aragonés llegar hasta Somport y continuar desde allí su travesía por otros países.

La idea de hacer el Camino de Santiago al revés le rondaba por la cabeza desde hace tiempo. Un tipo de vida «cansino» y la necesidad de romper con todo le llevó a plantearse, a los 44 años, dejar el trabajo e iniciar este viaje.

Ya había ido andando hasta Santiago de Compostela por el Camino francés y la experiencia le había resultado muy satisfactoria, pero ahora hacía falta algo más, ya que es necesario «un mínimo de dinero para pasar diez meses comiendo y durmiendo fuera de casa».

Entonces surgió la posibilidad de colaborar con CEAFA y aprovechar su viaje para contar historias humanas sobre el mundo del Alzheimer, una enfermedad que afecta a unos 3,5 millones de españoles, entre enfermos y cuidadores, y que en los próximos años se duplicará con el aumento de la esperanza de vida.

Además de sensibilizar sobre esta enfermedad, el objetivo último es «conseguir que se cree una política de Estado al igual que ha sucedido con la política de tráfico que ha llevado a cabo la Dirección General de Tráfico».

«Yo voy a contar historias humanas porque soy periodista, no soy médico, ni investigador, ni cuidador, pero lanzando el mensaje de un plan nacional contra el Alzheimer», afirma Nagore.

Esas historias y experiencias las irá plasmando en un blog, que generará contenido en una cuenta de Twitter, a través de la cual va a conversar e interactuar en directo, en castellano e inglés, con quien desee seguir su aventura. Su viaje también va a poder ser seguido en una página de Facebook.

Además utilizará herramientas de geolocalización para vincular hitos del camino con vivencias y colocará en diferentes puntos del camino pegatinas con «Códigos QR» que permitirán acceder a contenidos a usuarios de teléfonos inteligentes. Todo ello dará lugar a textos, vídeos, fotos, sonidos y mapas que servirán a CEAFA para llevar a cabo tareas de sensibilización.

Para el camino, una mochila lo más ligera posible. «Lo más importante, desde el punto de vista de la exigencia física, es llevar el menor peso posible», reconoce Nagore, quien no ve especial dificultad en andar 25 kilómetros al día seis días a la semana.

En su opinión, la mayor dificultad puede ser la exigencia mental de «levantarte todos los días, esté lloviendo, nevando o tronando, ponerte las botas y la mochila y tirar para adelante».

Antes que él, dos madrileños hicieron el Camino de Santiago al revés en el año 2000. En ese caso partieron desde Madrid y no pudieron entrar en los Balcanes porque estaban en guerra.

Actualmente, «el sitio más complicado» es Siria. Si para cuando llegue, hacia diciembre, la situación no ha mejorado no entrará en el país, cogerá un barco y se dirigirá a Líbano.

Mientras ultima los preparativos sus esfuerzos se centran en la búsqueda de patrocinadores para cubrir los gastos elementales que son comer, dormir y, sobre todo, las comunicaciones.