El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso durante el debate de los Presupuestos Generales del Estado para 2012. | Paco Campos

El Gobierno ha destacado su «fortaleza» después de que la mayoría absoluta del PP en el Congreso tumbase las diez peticiones de devolución presentadas al proyecto de Presupuestos Generales del Estado, aunque sólo ha logrado sumar a su proyecto de austeridad a dos diputados, el de UPN y el de Foro Asturias. El Ejecutivo ha dejado claro que cuenta con la legitimidad de sus diez millones de votantes, lo que le da una estabilidad con la que no se cuenta en otros países de Europa.

«¿Cuántos gobiernos en Europa pueden actuar en soledad?», se ha preguntado al respecto el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras dos días de sesión plenaria en el Congreso en los que ha tratado de convencer sin éxito a las diez formaciones que han presentado enmiendas a la totalidad de que las retirasen. El presidente Rajoy ha subrayado la «fortaleza» de su Gobierno y se ha mostrado convencido de que aunque los Presupuestos, los primeros de su Ejecutivo, contienen medidas «difíciles, duras y que no gustan», llevarán «sin ningún género de dudas» a la recuperación económica.

Especial empeño había puesto el Gobierno en conseguir el apoyo o la abstención de CiU, con quien mantiene acuerdos puntuales en Catalunya y Madrid, pero los catalanes finalmente han optado por mantener la petición de devolución porque su comunidad es en la que más se reduce la inversión.

Catalunya

Montoro ha recalcado que «España necesita a Catalunya para salir de la crisis económica» y que es una comunidad que tiene «toda la prioridad del Gobierno», pero ha insistido en que lo «irrenunciable» es el objetivo de déficit público. «No hay margen para gastar más de ninguna manera. Para gastar menos todas las propuestas son bienvenidas», ha asegurado el ministro, garantizando que «no se va a gastar ni un euro más ni habrá iniciativas parlamentarias que puedan minar la fiabilidad de este presupuesto». Para ello, ha insistido en que al Gobierno no le temblará el pulso si tiene que intervenir a alguna comunidad autónoma que se desvíe del objetivo.

Las críticas han llovido desde los grupos parlamentarios de la oposición después de que el Gobierno rechazara las diez enmiendas. Mientras el PSOE ha pedido al Gobierno que no use su mayoría como «excusa» para no dialogar en las enmiendas parciales, CiU cree que España va hacia una «situación alarmante» si no hay pactos de Estado.