Que la alimentación encierra millones de mitos que no son ciertos es algo que quedó totalmente demostrado en las conferencias que impartieron ayer los expertos del Colegio Oficial de Dietistas Nutricionistas de las Illes Balears, Amanda Roth, Silvia Zorrilla y Denis Mifsut, en el Teatro España de Santa Eulària.

Ante un reducido pero entusiasta auditorio, que no paró de formular preguntas en ningún momento, los tres arrojaron por tierra aspectos que siempre han formado parte de nuestro imaginario como, por ejemplo, que el pan, los frutos secos, los plátanos o comer fruta de postre y beber agua durante las comidas engorda.

Unas ideas que no pueden estar más alejadas de la realidad, ya que como aseguró Denis Mifsut, «no hay productos que engorden o adelgacen, sino que somos nosotros mismos los que si consumimos más calorías que las que gastamos ganamos peso y, si por el contrario consumimos menos de lo que necesitamos perdemos peso».

Dietas peligrosas

En este sentido, los tres conferenciantes también quisieron llamar la atención sobre el peligro de las conocidas como monodietas y las dietas disociadas.

«Es un error pensar que porque vayamos a comer solo un producto vamos a adelgazar ya que lo único que conseguimos con eso es debilitar el organismo y privarlo de nutrientes básicos que aportan muchos beneficios», explicaba Amanda Roth. Algo que además, según estos dietistas, también provocará que «al tener un bajo contenido calórico se sienta hambre a todas horas produciéndose un efecto yo-yo, que hace que en lugar de adelgazar se engorde».

De igual manera, también llamaron la atención sobre las dietas disociadas, consistentes en comer por separado los distintos nutrientes. Según Mifsut, «lo importante son las calorías totales ingeridas independientemente del tipo de alimentos ya que todo engorda más o menos en función de su contenido calórico y de la cantidad que se coma».

Por eso los conferenciantes hicieron también especial hincapié en la importancia de comer de todo durante el mes y en hacer cinco comidas al día. «Si nos saltamos una ingesta, estamos dejando pasar mucho tiempo entre comida y comida, lo que hace que nuestro hambre y nuestra ansiedad aumente provocando después que comamos compulsivamente ingiriendo grandes cantidades de alimento sin darnos cuenta y haciendo que en lugar de perder, ganemos peso».