Arnaldo Otegi, durante el juicio en la Audiencia Nacional. | Angel D

El Tribunal Supremo (TS) ha rebajado de 10 a seis años y medio la condena a los dirigentes abertzales Arnaldo Otegi y Rafa Díez Usabiaga por intentar reconstruir Batasuna a través del grupo Bateragune, al considerar que deben ser condenados por su pertenencia a ETA pero no en calidad de dirigentes. La sentencia de la Sala de lo Penal del Supremo, que cuenta con dos votos particulares discrepantes, rebaja también hasta los seis años de cárcel la pena impuesta a Miren Zabaleta, la extesorera del PCTV Sonia Jacinto y el responsable de Haika en Álava Arkaitza Rodríguez, que fueron condenados a ocho años de prisión en septiembre de 2011.

El Supremo admite así parcialmente los recursos de los acusados contra la sentencia de la Audiencia, que consideró probado que a través la actividad que desplegaron entre 2008 y 2009 cumplían las instrucciones de ETA, y que Otegi y Usabiaga, además, «ostentaban la categoría de responsables y promotores» de una novedosa estructura que trasmitía las directrices de la banda terrorista. En este sentido, el TS señala que esa coordinación «no justifica la catalogación como dirigente», condición que no queda suficientemente acreditada en ninguno de los casos.

Reacciones

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha expresado su respeto por la sentencia. El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, ha calificado de «sinsentido» el proceso judicial contra Otegi, Rafa Díez y ha expresado su «sospecha» de que el Supremo «ha validado pruebas endebles y controvertidas en base a indicios-suposiciones».

La izquierda abertzale ha afirmado sentirse «profundamente agredida» por la sentencia del Supremo, que ha interpretado como «una patada al proceso de paz y un alarde de quienes desde posiciones involucionistas sueñan con volver a la situación anterior» a la declaración del cese de la actividad terrorista de ETA.