Los usuarios abonan desde primera hora de ayer con resignación la tasa de un euro por receta sin que se registren grandes incidencias en las farmacias catalanas, en las que la actividad ha caído en picado tras las colas registradas los últimos días.

La gran mayoría de las primeras tasas del euro por receta se han cobrado sin incidencias y algunos fallos informáticos en las farmacias catalanas, que han vivido una jornada con menos clientes de lo que es habitual después de una semana marcada por las colas y los problemas técnicos para adaptarse al nuevo sistema de cobro.

Según las cifras del Departamento de Salud de la Generalitat, desde la medianoche, cuando entró en vigor el nuevo tributo y hasta las 13 horas de ayer se dispensaron 70.000 recetas, y en todos los casos se pudo cobrar la tasa, excepto en seis en los que se han producido errores técnicos que se están estudiando.

Insumisos

A lo largo de la mañana de ayer, el Departamento de Salud sólo ha detectado un caso de una persona que, en señal de protesta, no ha querido abonar la tasa farmacéutica.

El secretario general de ICV, Joan Herrera, señaló ayer que tiene previsto apoyar a todos aquellos catalanes que decidan no pagar la tasa de un euro por receta.

Todas las farmacias disponen de un formulario en el que el usuario que no quiera pagar debe introducir sus datos, que el farmacéutico remitirá al Departamento de Salud para que tramite la pertinente reclamación del tributo, con una recargo del 20 % sobre el importe.

Desde las 00.00 horas del sábado, todos los catalanes que van a una farmacia con una receta expedida por el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) deben abonar una tasa de un euro por medicamento -hasta un máximo de 61 euros anuales-, a excepción de unos 127.000 ciudadanos en riesgo de exclusión social.