En el curso «Nuevos horizontes tras la crisis económica», Latorre ha dicho que se está en un momento difícil de la fase de corrección y que se está haciendo lo que es necesario.
Aunque ha reconocido que lo que se está adoptando es «duro», ha precisado que hay que hacerlo para corregir los «excesos» de épocas pasadas.
Corregir las «alegrías» lleva tiempo, ha advertido el secretario de Estado, quien ha reiterado que las medidas aprobadas son «dolorosas» y son «costosas a nivel político», lo que refleja que se toman «porque no hay más remedio» y porque «más vale prevenir que lamentar».
Lo mejor es pasar todo lo malo cuanto antes, ha opinado Fernando Jiménez Latorre, quien ha destacado que en toda la fase que queda pendiente de ajustes el Banco de España debe jugar un papel protagonista.
Al respecto, ha señalado que «parche a parche» al final de año habrá una aportación al sistema financiero del 30 % del producto interior bruto (PIB).
En cuanto a la morosidad entre las empresas, ha reconocido que el Gobierno poco puede hacer en comparación con lo que ha puesto en marcha para que las administraciones paguen sus deudas. «Ahí no veo una acción del Gobierno», ha indicado el secretario de Estado.
Sobre los altos costes para conseguir financiación, ha dicho que eso es lo que se pretende corregir, aunque ha resaltado que con el apalancamiento que vive la economía es difícil que las entidades financieras sean generosas en la concesión de créditos.
Lo insostenible no es el nivel de deuda sino su coste, ha asegurado, por lo que lo que ha expresado su esperanza en que Europa mande los mensajes necesarios para que la ayuda europea a la banca no contamine la deuda pública.
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