La rentabilidad del bono español a diez años bajó hoy del 6 % y se situó en el 5,72 %, con lo que la prima de riesgo cayó hasta los 415 puntos por los planes de compra de deuda del BCE. | J.M. Espinosa

El impacto en los mercados secundarios de deuda de las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se ha hecho notar de forma significativa mucho antes incluso de que el 'Guardián del euro' retome la compra de bonos soberanos, especialmente en el caso de la deuda española, cuyo diferencial respecto al 'bund' se ha desplomado 205 puntos básicos desde que el banquero italiano prometiera a finales de julio dar una respuesta «suficiente» para garantizar la «irreversibilidad» del euro.

El pasado 26 de julio, en el transcurso de una conferencia pronunciada en pleno corazón de la City londinense, 'Supermario' apartó por unos minutos el críptico lenguaje inherente a todo banquero central que se precie para asegurar publicamente que el BCE estaba dispuesto a «hacer todo lo posible» para proteger al euro, incluyendo intervenir en los mercados de deuda, y advirtiendo a los especuladores de que esta actuación «sería sufiente».

Estas palabras del presidente del BCE bastaron para frenar en seco la escalada de los intereses de la deuda a diez años de países como España, que ese día había llegado a alcanzar el 7,418%, ampliando el diferencial respecto al 'bund' a 618,1 puntos básicos.

Apenas una semana después, Draghi daba carácter oficial a este órdago a los mercados al avanzar que el instituto emisor estudiaba fórmulas para garantizar la sostenibilidad de la deuda soberana de la eurozona, particularmente enficadas en los bonos a más corto plazo, y permitir así la correcta transmisión de la política monetaria a todos los países de la eurozona.

A raíz de este anuncio, la tensión sobre la deuda española e italiana a diez años se relajó paulatinamente con la vista puesta en la reunión del BCE de este jueves, cuando se esperaba que Draghi concretara los detalles de la nueva estrategia del BCE.

De hecho, el pasado lunes 3 de septiembre, la prima de riesgo ofrecida a los invesores por los bonos españoles a diez años respecto a sus homólogos alemanes abría la jornada en 555,8 puntos, más de 60 puntos por debajo que antes de las primeras declaraciones de Draghi, y desde ahí fue relajándose a medida que se acercaba la reunión del BCE y se filtraban detalles del nuevo plan, llegando a bajar a 499 puntos al comienzo de la sesión del jueves.

Así, tras confirmar en rueda de prensa que el BCE estaba listo para adquirir bonos de entre 1 y 3 años de los países en apuros que soliciten la activación de los mecanismos de rescate sin límite de cantidad, el diferencial respecto al 'bund' de la deuda española pronunció su caída hasta situarse en mínimos de principios de mayo.

En concreto, al cierre de la sesión de este viernes, la prima de riesgo español bajaba hasta los 412,70 puntos básicos, con una rentabilidad del 5,654%, tras haber iniciado la jornada en 452,8 enteros, lo que supone el menor diferencial desde el 4 de mayo y 205 puntos básicos menos que hace mes y medio, cuando Mario Draghi se decidió a asumir el papel de 'Supermario'