Grupos ecologistas brindan por el cierre de la central burgalesa de Garoña. | Reuters

Alrededor de un millar de personas bridaron ayer con cava por el cierre de la central nuclear de Garoña, a las puertas de esta planta situada al norte de Burgos, en la marcha más concurrida de los últimos años contra esta instalación.

La marcha recorrió a pie, con un ambiente festivo, los tres kilómetros que separan la localidad burgalesa de Barcina del Barco de la central nuclear, que estaba rodeada de fuertes medidas de seguridad.

A la marcha se sumaron diversos colectivos sociales y políticos, además de personas conocidas que se han decantado en contra de la energía nuclear, como el diputado Gaspar Llamazares de Izquierda Unida o el director de Greenpeace en España, Mario Rodríguez Vargas.

En el comunicado de la Coordinadora contra Garoña, principal convocante de esta 33 marcha contra la central nuclear, los ecologistas han expresado su convicción de que la nuclear burgalesa debe cerrar en julio de 2013, una vez la empresa propietaria, Nuclenor, ha agotado el plazo sin solicitar la prórroga hasta 2019.

Iberdrola y Endesa

Para la Coordinadora contra Garoña, la planta es «una ruina técnica y económica» y el «chantaje» de Iberdrola y Endesa, que forman Nuclenor, no tiene como principal objetivo el mantenimiento de Garoña, sino defender el futuro del resto del parque nuclear español.

El portavoz de la Coordinadora, Carlos Alonso, aseguró que tampoco se puede justificar el funcionamiento de Garoña por el mantenimiento de sus puestos de trabajo en este momento de crisis, ya que la energía nuclear es la que menos empleo necesita por unidad de energía generada, mientas las renovables son las que más.

Además, precisó que el cierre y desmantelamiento de Garoña debe generar durante una década más empleo que la planta en plena operación.

La Coordinadora exigió el cierre «inmediato y definitivo» de la central nuclear de Garoña, sin esperar a julio de 2013, y un calendario para el cierre del resto de centrales nucleares.

El diputado de Izquierda Unida Gáspar Llamazares ha dado por cerrada Garoña, porque se ha impuesto «la realidad» de una central que «está obsoleta».