Artur Mas, con cara de circunstancias en su comparecencia tras conocer los resultados de las elecciones. | Reuters

Victoria amarga para Artur Mas en las elecciones catalanas de ayer domingo. CiU ha ganado pero lejos de la mayoría absoluta que sí lograría sumando con ERC, la gran triunfadora de la noche al doblar sus escaños. El PSC obtiene su peor resultado histórico y baja de la segunda a la tercera posición en el Parlament, donde el PP mejora levemente, sube ICV-EUiA, Ciutadans obtiene grupo propio y entra CUP-Alternativa d’Esquerres.


CiU ha ganado las décimas autonómicas con tan solo 50 diputados, 12 menos de los conseguidos hace dos años (62) y lejos de los 68 escaños que dan la llave de la mayoría absoluta en el Parlament. CiU gana en las cuatro provincias y se impone en la capital catalana y en todas las comarcas salvo en el Baix Llobregat.
No obstante, este resultado no era el esperado, puesto que pedía una «mayoría excepcional» para un contexto histórico, y además, se aleja de la mayoría absoluta que había pronosticado el Centro de Estudios de Opinión (CEO) y también los primeros sondeos de opinión que se hicieron públicos después de la convocatoria electoral.
La federación nacionalista ha ganado ininterrumpidamente todas las elecciones catalanas desde la Transición, y ha obtenido mayoría absoluta en 1984, 1988 y 1992.

A menos
El PSC obtiene 20 escaños, ocho menos que en los anteriores comicios de 2010, cuando bajaron hasta los 28 diputados en el Parlament, rebasando la barrera psicológica de los 30 escaños.
La formación liderada por Pere Navarro cosecha el peor resultado de su historia aunque las encuestas vaticinaban un desplome aún mayor de más de diez parlamentarios. Los socialistas pasan por primera vez de segunda a tercera fuerza política más votada en favor de ERC.


Por provincias, el PSC sufre su mayor retroceso de escaños en Barcelona, donde pierde cuatro diputados y pasa de 18 a 14; en Girona y Lleida pierde uno, mientras que en Tarragona se queda con 3 parlamentarios con respecto a los cuatro que ganaron en los anteriores comicios.

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Por un lado, el PSOE continúa en la senda de los malos resultados tras las elecciones gallegas y vascas; por otro, la apuesta del PSC por la ‘tercera vía’ del federalismo, en una campaña fuertemente polarizada en torno al soberanismo, tampoco parece haber favorecido especialmente a los socialistas.
ERC fue la gran triunfadora de la noche al conseguir doblar su resultado de 2010 y alcanzar los 21 diputados. Los republicanos consiguen desbancar al PP como tercera fuerza política y al PSC como segunda al capitalizar el voto independentista, igualando los 21 escaños de 2006, aunque no su mejor registro, el de los 23 parlamentarios que logró Carod Rovira en 2003.

La extrema polarización política que ha guiado toda la campaña catalana ha resucitado a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El partido que hace dos años sufrió un batacazo enorme, al reducir a la mitad sus escaños y votos y al padecer una división en sus propias filas, es este 25-N la gran fuerza vencedora de estos comicios. La gran beneficiada del sentimiento soberanista que ha inundado Catalunya en los últimos meses.
CiU y ERC suman así 71 escaños, tres más que los 68 de la mayoría absoluta.

El Partido Popular consigue su mejor resultado histórico en escaños al subir de 18 a 19 diputados pero retrocede hasta la cuarta posición en el arco parlamentario. Se queda lejos de su objetivo de conseguir desbancar al PSC como segunda fuerza.

ICV-EUiA consigue también su mejor registro en unas elecciones catalanas al subir de 10 a 13 diputados.
Ciutadans triplicaría su resultado y alcanzaría 9 diputados que le darían grupo propio.
La sorpresa sería la entrada en el Parlament de las Candidaturas de Unidad Popular (CUP) con tres escaños y la salida de Solidaritat.